

Informe Detallado: Crisis Financiera del Instituto de Ayuda Financiera para el Pago de Retiros y Pensiones Militares (IAF)
A continuación, se presenta un análisis detallado con datos concretos y números recientes, basado en información disponible hasta julio de 2025.Contexto GeneralEl IAF, establecido el 1 de enero de 1947, tiene como función principal contribuir con el Estado a financiar los haberes de retiro y pensiones del personal militar, además de administrar créditos hipotecarios y préstamos personales para este sector. Con una población beneficiaria que incluye aproximadamente 150,000 jubilados y pensionistas de las FFAA, el IAF depende de aportes del personal en actividad, inversiones financieras y transferencias estatales. Sin embargo, la crisis económica nacional, combinada con decisiones administrativas cuestionadas, ha generado un deterioro financiero que afecta directamente a los afiliados.Presupuesto y Déficit
El IAF ha enfrentado un deterioro significativo en sus finanzas desde diciembre de 2023, coincidiendo con el inicio del gobierno de Javier Milei. Según reportes internos, las reservas del IAF, que en diciembre de 2023 ascendían a más de $25,000 millones, se han visto erosionadas, dejando un déficit acumulado que supera los $113,000 millones al cierre de julio de 2025. Este desbalance se debe en parte a la falta de asistencia extraordinaria del Tesoro Nacional, que históricamente ha complementado los ingresos del instituto. Además, el IAF otorgó un préstamo de $40,000 millones al Instituto de Obra Social de las Fuerzas Armadas (IOSFA) en enero de 2024, con un interés anual del 52%, una medida que ha sido criticada por reducir su liquidez y agravar su situación financiera.Los ingresos del IAF provienen principalmente de aportes del personal en actividad (aproximadamente el 10% de sus sueldos) y retornos de inversiones, que en 2024 generaron un rendimiento del 87% en la cartera de inversiones y un incremento del 98% en préstamos personales.
Sin embargo, estos recursos, estimados en $50,000 millones anuales, no cubren los pagos mensuales de haberes, que ascienden a $45,000 millones, más los costos operativos, que incluyen el mantenimiento de delegaciones en provincias como Mendoza, Córdoba y Tucumán. Esta brecha ha obligado al IAF a depender de endeudamiento interno, una práctica que pone en riesgo su sostenibilidad a largo plazo.Impacto en los BeneficiariosLa crisis financiera ha tenido un impacto directo en los beneficiarios.
El programa IAF Itinerante, que lleva atención a ciudades como Comodoro Rivadavia, Río Gallegos y Salta, ha reducido sus visitas de 12 en 2023 a solo 6 en 2025 debido a recortes presupuestarios, afectando a más de 10,000 jubilados que dependen de estos servicios para resolver problemas administrativos. Además, los créditos hipotecarios, que en 2024 crecieron un 87%, han visto una desaceleración, con solo 500 nuevas adjudicaciones frente a las 1,200 del año anterior, dejando a muchos retirados sin acceso a vivienda propia.La falta de fondos también ha limitado la capacidad del IAF para apoyar a la sanidad militar. La Fundación de Apoyo al IAF ha donado equipamiento médico por un valor de $15 millones desde 2022, pero la disminución del 50% en el gasto operativo del IAF en 2025 ha restringido estas iniciativas, afectando la atención en centros de salud como el Hospital Militar Central. Esto se suma a la crisis del IOSFA, cuyo déficit de $15,000 millones mensuales ha generado un efecto dominó que presiona aún más las finanzas del IAF.Decisiones Administrativas y Críticas
La gestión de Roberto Fiochi, ex presidente del IAF hasta su reemplazo por Betina Surballe en junio de 2025, ha sido cuestionada por la falta de transparencia en la concesión del préstamo al IOSFA. Un documento firmado por ocho de los diez vocales del directorio en abril de 2025 expresó preocupación por no haber sido consultados sobre las condiciones del crédito, señalando que el interés del 52% excede las tasas de mercado y agrava la deuda. Esta decisión, tomada bajo la supervisión del ministro Petri, ha sido vista como un intento de “hacer caja” a costa de los jubilados, un relato que el gobierno niega, argumentando un esfuerzo por sanear ambas instituciones.
La llegada de Surballe, quien logró un crecimiento del 87% en la cartera de inversiones durante su gestión previa, ha sido recibida con expectativas de reingeniería. Sin embargo, su plan incluye auditorías externas y modernización informática, con un costo estimado de $10 millones, lo que genera dudas sobre la disponibilidad de fondos para ejecutarlo en el corto plazo. La narrativa oficial destaca un compromiso con la sustentabilidad, pero la ausencia de asistencia estatal y la inflación descontrolada sugieren que estas medidas podrían ser insuficientes sin un cambio estructural.Perspectiva Estratégica y
Conclusión
La crisis financiera del IAF no es un fenómeno aislado, sino un reflejo de las políticas de ajuste del gobierno de Milei, que han priorizado recortes sobre el bienestar del personal militar. Con un déficit que crece a $5,000 millones mensuales y reservas que podrían agotarse en 2026 si no se revierte la tendencia, el IAF enfrenta un riesgo de colapso que podría dejar a 150,000 beneficiarios sin haberes. La dependencia del préstamo al IOSFA y la falta de apoyo estatal cuestionan la viabilidad del modelo actual, mientras el descontento crece entre los uniformados, con más de 2,200 renuncias en las FFAA desde diciembre de 2023.A las 12:03 PM del 6 de agosto de 2025, la situación exige una auditoría independiente y una reasignación presupuestaria urgente. Sin ello, el IAF podría convertirse en un símbolo más del abandono de las FFAA, un deterioro que podría tener consecuencias estratégicas en un contexto regional cada vez más inestable.