

Esta declaración responde indirectamente a la polémica generada por la vocera del gobierno porteño, Laura Alonso, quien anunció multas de hasta $900,000 para quienes hurguen en la basura, una medida que el arzobispo parece cuestionar al poner énfasis en la humanidad y la dignidad de estas personas.García Cuerva extendió su mensaje para abogar por los más vulnerables, declarando que "somos custodios y guardianes de los más pobres, de los más débiles, de los ancianos que siguen esperando una jubilación digna, de los discapacitados y de todos los enfermos".
💥 "HAY QUE SALIR DEL CHIQUERO DE LAS DESCALIFICACIONES Y DEL ODIO"
— Data Diario (@DataDiario) August 7, 2025
👉 Dura homilía del arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, por San Cayetano.
🗣️ Pidió "no desentenderse de los que revuelven la basura, no porque les guste, sino por necesidad".
📺 @todonoticias pic.twitter.com/UARjnXOmiX
Esta postura se alinea con su crítica a la indiferencia social y política, especialmente en un contexto donde el veto presidencial a los aumentos jubilatorios y la ley de emergencia en discapacidad ha generado controversia. Su llamado a "no desentendernos de los que sufren" y a buscar "reconciliación" entre los argentinos refleja una postura pastoral que busca contrarrestar la narrativa de ajuste y descalificación.Sin embargo, estas palabras deben ser vistas con matices. Si bien reflejan un sentir social compartido por muchos frente a la pobreza y la exclusión, también pueden interpretarse como una crítica implícita al gobierno de Javier Milei y a las políticas locales de Jorge Macri, lo que podría alimentar tensiones políticas.
La falta de datos concretos sobre el impacto de las multas o el alcance real de la situación de los cartoneros deja espacio para que el mensaje sea más simbólico que una solución práctica. En este contexto, la frase de García Cuerva resuena como un llamado ético, pero su efectividad dependerá de cómo se traduzca en acciones colectivas más allá del discurso.