

El cambio en el diseño del mástil, descrito como más robusto y prominente, parece responder a la necesidad de soportar el peso adicional y optimizar la interoperabilidad con el sistema de combate Aegis y la interfaz táctica de Saab Australia.Sin embargo, esta información debe ser tratada con cautela. Los detalles provienen principalmente de renders y posts en redes sociales, como los encontrados en X, que especulan sobre las intenciones detrás del rediseño, pero carecen de confirmación independiente del gobierno australiano o de BAE Systems, el constructor de las fragatas en el astillero de Osborne. La narrativa oficial se centra en la optimización para guerra antisubmarina, pero el aumento de la capacidad de radar podría indicar una respuesta a tensiones regionales en el Indo-Pacífico, como la proliferación de submarinos chinos. Sin datos técnicos verificables o un comunicado oficial, esta evolución podría ser tanto una mejora táctica como una estrategia de propaganda para proyectar poder, dejando espacio para especulación sobre su verdadera finalidad.