

Según sus declaraciones, recogidas tras el encuentro, Trump indicó: "No es necesario imponer aranceles a los compradores de petróleo rusos por ahora. No tengo que pensar en eso ahora. Quizás tenga que hacerlo en dos o tres semanas. La reunión fue bien", sugiriendo un alivio temporal en las tensiones comerciales relacionadas con las compras de petróleo ruso, como las realizadas por India. Esta postura podría reflejar un intento de mantener la estabilidad tras las negociaciones, aunque su tono ambiguo deja abierta la posibilidad de futuras medidas.
Por su parte, el Comité Demócrata que supervisa la política exterior ha cuestionado la efectividad de esta estrategia, declarando que "imponer aranceles a India no detendrá a Putin". Esta crítica sugiere que los demócratas ven las acciones de Trump como insuficientes para presionar a Rusia en el conflicto ucraniano, apuntando a que las sanciones económicas selectivas no abordan las causas profundas de la guerra. Sin embargo, esta narrativa debe ser analizada con escepticismo: la falta de detalles sobre los resultados de la reunión y la posibilidad de que ambos partidos estén jugando a posicionarse políticamente sugieren que las declaraciones podrían ser más un reflejo de agendas internas que una evaluación objetiva. La ausencia de evidencia concreta sobre compromisos firmes entre Trump y Putin refuerza la idea de que esta tregua arancelaria podría ser un gesto temporal más que una solución estratégica.