lunes 18 de agosto de 2025 - Edición Nº287

Internacionales | 18 ago 2025

Mundo en Guerra

Según Trump; "Rusia y China son enemigos naturales"

14:03 |tras una reunión con el presidente ruso Vladimir Putin en Anchorage, Alaska, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo una declaración contundente: Rusia y China son "enemigos naturales". Según Trump, esta rivalidad se deriva de las dinámicas fundamentales entre ambos países: Rusia posee vastas extensiones de territorio, mientras que China, con su enorme población, tiene una necesidad estratégica de recursos y espacio.


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Rusia y China como "Enemigos Naturales" según Trump: Un Análisis Geopolítico

 Esta afirmación, ampliamente discutida en publicaciones de X, refleja la visión de Trump sobre la relación entre estas dos potencias y su intento de influir en la geopolítica global, especialmente en el contexto de las negociaciones sobre Ucrania. A continuación, se analiza esta declaración, su trasfondo histórico, sus implicaciones estratégicas y su relevancia en el panorama internacional actual.El Contexto de la DeclaraciónLa afirmación de Trump surge en un momento clave, durante una cumbre en Anchorage donde se discutieron garantías de seguridad para Ucrania, descritas como similares al Artículo 5 de la OTAN. Según publicaciones en X, Trump señaló que la administración de Biden y Obama cometió un error al "unir" a Rusia y China, sugiriendo que su cooperación actual es una anomalía geopolítica que podría deshacerse. Trump argumentó que Rusia, con su abundancia de tierra y recursos, y China, con su gran población y necesidad de expansión, tienen intereses inherentemente conflictivos. Esta narrativa se alinea con su enfoque diplomático de explotar divisiones entre potencias rivales para fortalecer la posición de Estados Unidos.Por ejemplo, una publicación en X del 15 de agosto de 2025 cita a Trump diciendo: "Rusia y China son básicamente enemigos naturales. Rusia tiene una enorme cantidad de tierra, China tiene una enorme cantidad de gente. China necesita la tierra de Rusia". Esta retórica no solo busca resaltar tensiones potenciales, sino también posicionar a Estados Unidos como un mediador capaz de influir en la dinámica entre ambos países.

Trasfondo Histórico: ¿Enemigos Naturales?La idea de que Rusia y China son "enemigos naturales" tiene raíces en su historia compartida, pero también debe contextualizarse frente a su cooperación actual:

  • Tensiones Históricas: Durante la Guerra Fría, Rusia (entonces la Unión Soviética) y China experimentaron profundas divisiones, especialmente tras la ruptura sino-soviética en la década de 1960. Conflictos fronterizos, como el de 1969 en el río Ussuri, y diferencias ideológicas sobre el comunismo llevaron a una hostilidad abierta. En ese período, China veía el control soviético sobre Siberia y el Lejano Oriente ruso, regiones ricas en recursos, como una amenaza estratégica, mientras que la Unión Soviética temía la presión demográfica china en sus fronteras.
  • Cooperación Contemporánea: Desde la caída de la Unión Soviética, Rusia y China han fortalecido su relación, especialmente en las últimas dos décadas. La Organización de Cooperación de Shanghái, los ejercicios militares conjuntos y los acuerdos energéticos, como el gasoducto Power of Siberia, reflejan una alianza estratégica frente a la presión de Occidente. Las sanciones impuestas a Rusia tras la invasión de Ucrania en 2022 han incrementado su dependencia económica de China, que se ha convertido en un mercado clave para el petróleo y gas rusos. Sin embargo, esta relación es asimétrica, con China en una posición económica más fuerte, lo que podría alimentar tensiones a largo plazo.

La narrativa de Trump parece explotar estas tensiones latentes, sugiriendo que los intereses de Rusia (mantener el control de sus recursos) y China (expandir su acceso a recursos y mercados) son inherentemente incompatibles. Por ejemplo, la densidad poblacional de China y su necesidad de tierras agrícolas o recursos energéticos podrían generar fricciones en regiones como Siberia, donde la población rusa es escasa.Implicaciones EstratégicasLa declaración de Trump sobre Rusia y China como "enemigos naturales" tiene varias implicaciones estratégicas, especialmente en el contexto de las negociaciones sobre Ucrania y la dinámica global:

  1. Dividir para Reinar: Trump parece estar utilizando esta narrativa para debilitar la alianza Rusia-China, conocida informalmente como el eje "DragonBear". Al destacar sus diferencias, podría estar buscando acercar a Rusia a Occidente, especialmente en el contexto del acuerdo de seguridad para Ucrania. Publicaciones en X del 18 de agosto de 2025 citan a Trump recomendando a Zelenskyy que acepte el trato con Rusia, subrayando que "Rusia es una potencia". Esto sugiere que Trump ve en Rusia un socio negociable, mientras que China representa una amenaza a largo plazo debido a su creciente influencia global.
  2. Negociaciones sobre Ucrania: La afirmación de Trump coincide con su reunión con Putin, donde se acordó permitir garantías de seguridad para Ucrania. Al presentar a Rusia y China como rivales naturales, Trump podría estar intentando convencer a Putin de que un alineamiento más estrecho con Occidente, o al menos un compromiso en Ucrania, es preferible a una dependencia excesiva de China. Esto es especialmente relevante dado que Rusia enfrenta sanciones económicas que han fortalecido su relación comercial con China, pero a costa de una creciente asimetría de poder.
  3. Posicionamiento de Estados Unidos: La retórica de Trump refuerza la imagen de Estados Unidos como una superpotencia capaz de moldear las relaciones entre otras potencias. Al sugerir que puede "manejar" a Rusia y China, Trump proyecta una visión de liderazgo global basado en la diplomacia pragmática. Esto se alinea con su historial de declaraciones, como las del 16 de septiembre de 2024, donde afirmó que Estados Unidos podría llevarse bien con ambos países bajo un liderazgo fuerte.

Relevancia en el Contexto ActualLa declaración de Trump debe analizarse en el contexto de las tensiones globales de 2025, donde la guerra en Ucrania, la competencia entre grandes potencias y la reconfiguración de alianzas dominan la agenda internacional:

  • Guerra en Ucrania: El acuerdo preliminar en Anchorage para garantizar la seguridad de Ucrania, descrito por el enviado especial Steve Witkoff, representa un posible avance hacia la paz. Sin embargo, la narrativa de Trump sobre Rusia y China podría ser una táctica para presionar a Putin a aceptar términos favorables a Occidente, evitando al mismo tiempo un enfrentamiento directo con China, que ha mantenido una postura neutral pero favorable a Rusia en el conflicto.
  • Competencia Geopolítica: China se ha consolidado como una superpotencia económica y tecnológica, mientras que Rusia depende de su poder militar y recursos naturales. La percepción de Trump de que China "necesita la tierra de Rusia" podría estar destinada a avivar las inseguridades rusas sobre la influencia china en Siberia y el Ártico, donde ambos países compiten por recursos.
  • Riesgos y Limitaciones: Aunque la narrativa de "enemigos naturales" puede ser útil para la diplomacia de Trump, subestima la profundidad de la cooperación Rusia-China, especialmente en el contexto de su oposición compartida a la hegemonía estadounidense. Además, cualquier intento de acercar a Rusia a Occidente podría alienar a China, complicando las relaciones trilaterales.

Críticas y Desafíos

La declaración de Trump, aunque estratégicamente motivada, enfrenta varias críticas:

  • Simplificación de la Relación Rusia-China: La idea de que Rusia y China son "enemigos naturales" ignora su cooperación pragmática frente a sanciones y presiones occidentales. China ha proporcionado a Rusia un salvavidas económico, y ambos países comparten intereses en desafiar el orden global liderado por Estados Unidos.
  • Riesgo de Percepción: La retórica de Trump podría ser vista como una provocación por parte de China, que ha evitado un enfrentamiento directo con Estados Unidos en el conflicto de Ucrania. Esto podría complicar los esfuerzos diplomáticos en otros frentes, como el comercio o la no proliferación nuclear.
  • Impacto en Ucrania: Aunque Trump utiliza esta narrativa para avanzar en las negociaciones sobre Ucrania, la exclusión inicial de Ucrania en la cumbre de Anchorage y la falta de claridad sobre las garantías de seguridad han generado escepticismo. El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy ha insistido en que cualquier acuerdo debe respetar la soberanía de Ucrania, y la retórica de Trump podría interpretarse como una priorización de los intereses estadounidenses sobre los ucranianos.

Conclusión

La afirmación de Donald Trump de que Rusia y China son "enemigos naturales" refleja una estrategia diplomática destinada a explotar las tensiones entre estas dos potencias para avanzar en los intereses de Estados Unidos, particularmente en el contexto de las negociaciones sobre Ucrania. Al destacar las diferencias entre los vastos recursos territoriales de Rusia y la necesidad de China de expandir su acceso a recursos, Trump busca debilitar su alianza y posicionar a Estados Unidos como un mediador clave. Sin embargo, esta narrativa simplifica una relación compleja y arriesga subestimar la cooperación estratégica entre Rusia y China. En un momento en que las garantías de seguridad para Ucrania están en juego, la retórica de Trump debe equilibrarse con acciones concretas que respeten la soberanía ucraniana y mantengan la estabilidad global. La cumbre del 18 de agosto de 2025 en la Casa Blanca será crucial para determinar si esta estrategia puede traducirse en resultados tangibles, o si, por el contrario, generará más tensiones en un mundo ya polarizado.

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