lunes 18 de agosto de 2025 - Edición Nº287

Nacionales | 18 ago 2025

Argentina

La Indecorosa actitud de un Jefe de Granaderos

14:33 |Payasadas con el Uniforme de la Patria en el Día del Libertador San Martín El 17 de agosto de 2025, una fecha que debería estar marcada por el respeto y la solemnidad en Argentina al conmemorar el "paso a la inmortalidad" del General José de San Martín, se vio empañada por un episodio que ha generado indignación y cuestionamientos profundos.


 En el Día del Libertador, un jefe del Regimiento de Granaderos a Caballo, unidad emblemática creada por San Martín en 1812, fue visto participando en payasadas mientras lucía el uniforme histórico de la Independencia. Esta actitud, que deshonra el legado del Padre de la Patria y los valores de disciplina y honor que él inculcó, merece un análisis crítico que exponga su gravedad y exija una reflexión urgente sobre el respeto a los símbolos nacionales.El Contexto del Día del Libertador

El 17 de agosto es una fecha sagrada en Argentina, dedicada a honrar la memoria de José de San Martín, el héroe que lideró la lucha por la independencia de Argentina, Chile y Perú. Desde su regreso a Buenos Aires en 1812, San Martín diseñó el Regimiento de Granaderos a Caballo con un rigor meticuloso, seleccionando personalmente a sus hombres y estableciendo un código de honor que incluía la expulsión deshonrosa por conductas como la cobardía o el ultraje al uniforme. El uniforme, con su morrión, chaquetilla azul y sable, no es solo un atuendo funcional, sino un símbolo de valentía y compromiso con la patria, un legado que los granaderos han custodiado como escolta presidencial desde 1907. En este contexto, el Día del Libertador debería ser una celebración de estos valores, no un escenario para su profanación.La Indecorosa Actitud del Jefe de GranaderosReportes y testimonios, amplificados en redes sociales, describen cómo un jefe del Regimiento de Granaderos participó en actos que rayan en lo ridículo durante las ceremonias del 17 de agosto. Según lo observado, este oficial se involucró en payasadas que incluían gestos exagerados y comportamientos inapropiados, todo mientras vestía el uniforme histórico diseñado por San Martín.

Este atuendo, que evoca las batallas de San Lorenzo, Chacabuco y Maipú, fue tratado con una ligereza que contrasta brutalmente con su significado. Las imágenes y videos que circulan muestran una falta de seriedad que transforma un símbolo de sacrificio en un objeto de burla, desvirtuando el espíritu de los granaderos que cruzaron los Andes y lucharon por la libertad.Esta conducta no solo es un insulto a la memoria de San Martín, quien exigía a sus hombres una disciplina férrea y un "fanatismo frío del coraje", sino también a los soldados que dieron sus vidas por la patria. El uniforme, con su morrión que protege la cabeza en combate y su sable que representa el honor militar, lleva grabada la leyenda "Libertad y Gloria". Reducirlo a un disfraz para payasadas es un acto de deslealtad hacia ese legado y hacia los ciudadanos que ven en los granaderos un pilar de la identidad nacional.Críticas y ReaccionesLa reacción pública ha sido de indignación, especialmente entre quienes valoran la historia argentina. En plataformas digitales, usuarios han expresado su descontento, calificando la actitud del jefe de granaderos como una "degradación del sentimiento sanmartiniano" y un "agravio a la memoria del General". Algunos han cuestionado la permisividad de las autoridades militares, sugiriendo que el Jefe del Ejército debería tomar medidas disciplinarias si el lema "subordinación y valor para servir a la patria" sigue vigente.

Otros han ido más allá, proponiendo que quienes deshonran el uniforme sean apartados de la fuerza, argumentando que estas acciones manchan la tradición de un regimiento que profesionalizó al ejército argentino en sus primeros años.La crítica también apunta a una posible complicidad o falta de supervisión por parte de los mandos superiores. Si un jefe de granaderos, figura de autoridad dentro del regimiento, incurre en tales payasadas, se plantea la pregunta de si la institución ha perdido el rumbo en su misión de preservar los valores sanmartinianos.

Este incidente no es aislado en un contexto donde algunos perciben una erosión de la seriedad en las ceremonias patrióticas, lo que alimenta el debate sobre el respeto debido a los símbolos nacionales.La Profanación del Uniforme y el Legado de San MartínEl uniforme de los granaderos no es un simple vestuario; es un testimonio vivo de la gesta libertadora. Diseñado por San Martín con elementos como el morrión con granada y la chaquetilla carmesí, cada pieza tiene un propósito funcional y simbólico, desde las carrilleras que protegían el rostro en combate hasta las espuelas que mejoraban el manejo de los caballos.

San Martín estableció un código de honor que castigaba severamente conductas indignas, como agachar la cabeza en batalla o frecuentar lugares de dudosa reputación, considerando que tales actos deshonraban al cuerpo. Permitir que un jefe utilice este uniforme para payasadas es una traición a ese código y un desprecio por los granaderos que, como Juan Bautista Cabral, sacrificaron sus vidas en San Lorenzo.Además, el incidente ocurre en un momento en que las Fuerzas Armadas enfrentan desafíos internos, como deserciones motivadas por salarios insuficientes, como se vio con los recientes aumentos de agosto de 2025 que apenas alcanzan el costo de una pizza o un pancho para algunos rangos. Esta falta de respeto al uniforme podría exacerbar la crisis de moral, enviando un mensaje de que incluso los símbolos más sagrados pueden ser trivializados.Exigencia de ResponsabilidadEste episodio exige una respuesta contundente. El Jefe del Ejército debe investigar y, de confirmarse la conducta, aplicar sanciones disciplinarias que reflejen la gravedad del acto. El Regimiento de Granaderos a Caballo no puede permitirse que su prestigio sea socavado por la irresponsabilidad de uno de sus líderes. Asimismo, el Gobierno y la sociedad deben reafirmar el valor del legado sanmartiniano, asegurando que las ceremonias del Día del Libertador sean espacios de respeto y no de deshonra.La actitud del jefe de granaderos no solo mancha su propio honor, sino el de toda una institución que ha sido sinónimo de sacrificio y patriotismo. En un país que lucha por revalorizar su historia, este incidente es un recordatorio de la necesidad de proteger los símbolos que nos unen.

Que el Día del Libertador sirva como un llamado a restaurar la dignidad del uniforme y a honrar, como San Martín lo exigía, el espíritu de aquellos que lo vistieron con orgullo y valor.ConclusiónLa indecorosa actitud de un jefe de granaderos realizando payasadas con el uniforme de la patria en el Día del Libertador San Martín, el 17 de agosto de 2025, representa una afrenta intolerable al legado de un héroe nacional y a los valores que su regimiento encarna. Comparado con un pancho o una pizza, el aumento salarial reciente para los militares ya es visto como insuficiente; ahora, esta profanación agrega una herida moral a una institución en crisis. Es imperativo que las autoridades militares actúen con firmeza para sancionar al responsable y restaurar el respeto por el uniforme que simboliza la lucha por la libertad. De lo contrario, el espíritu de San Martín quedará aún más desdibujado en una nación que no puede permitirse olvidar sus raíces.

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