

🚁An MH-60 Sea Hawk launches from USS Abraham Lincoln (CVN 72) during routine ops in the Pacific.
— U.S. Pacific Fleet (@USPacificFleet) August 29, 2025
Lincoln, flagship of CSG-3, trains to ensure fleet readiness in the U.S. 3rd Fleet area of operations. #USNavy #CSG3 #FreeandopenIndoPacific pic.twitter.com/YTkPtFEVqB
Un MH-60 Sea Hawk Despega desde el USS Abraham Lincoln en Operaciones de Entrenamiento en el Pacífico
La actividad, documentada en imágenes recientes de la Marina de EE. UU., busca reforzar la preparación y la interoperabilidad de la flota en un contexto de creciente tensión geopolítica en la región Indo-Pacífico.Contexto Operativo
El USS Abraham Lincoln, un portaaviones de la clase Nimitz con base en San Diego, California, opera como el núcleo del CSG-3, que incluye destructores como el USS O'Kane (DDG-77) y el USS Frank E. Petersen Jr. (DDG-121), además del Carrier Air Wing Nine. Actualmente, el grupo está realizando maniobras en el Pacífico bajo el mando de la Tercera Flota, que abarca desde la costa oeste de EE. UU. hasta el Mar de China Meridional. Estas operaciones, descritas como "entrenamiento rutinario", incluyen simulaciones de combate, misiones de vigilancia y ejercicios de reabastecimiento en alta mar, según reportes de la Marina. El MH-60 Sea Hawk, un helicóptero multimisión equipado para guerra antisubmarina y operaciones de búsqueda y rescate, desempeña un rol clave en estas actividades, destacando su versatilidad en escenarios tácticos complejos.Objetivos EstratégicosLa narrativa oficial de la Marina enfatiza que estos entrenamientos buscan garantizar la "preparación realista y relevante" de las fuerzas navales para enfrentar un espectro completo de operaciones, desde misiones humanitarias hasta conflictos armados.
El foco en el Indo-Pacífico responde a la creciente presencia militar de China y Rusia, así como a ejercicios multinacionales como Talisman Sabre y Northern Edge 2025, programado para agosto. Sin embargo, esta justificación debe analizarse con escepticismo: el despliegue acelerado del Lincoln en julio, tras un contrato urgente de combustible, sugiere una respuesta a tensiones específicas, posiblemente vinculadas a ejercicios como Han Kuang de Taiwán o la escalada en el Mar del Sur de China, más allá de un simple entrenamiento rutinario.
Críticas y Perspectivas
Aunque la Marina presenta estas operaciones como una demostración de fuerza disuasoria y cooperación con aliados, algunos analistas cuestionan si reflejan una sobreextensión de recursos. El Lincoln, que regresó de un despliegue de cinco meses en el Medio Oriente en diciembre de 2024, incluyendo ataques contra los hutíes en Yemen, apenas ha tenido tiempo para mantenimiento, lo que podría comprometer su estado operativo. Incidentes previos, como el accidente de un MH-60S en 2021 que mató a cinco tripulantes, también levantan dudas sobre la seguridad de estas misiones intensivas. Además, la falta de transparencia sobre los objetivos específicos de los ejercicios alimenta especulaciones de que sirven más a intereses geopolíticos de EE. UU. que a una necesidad táctica inmediata.
Implicaciones Regionales
El entrenamiento del CSG-3 en el Pacífico refuerza la postura de EE. UU. frente a sus rivales, pero también intensifica las tensiones con países como China, que ven estas maniobras como una provocación. La presencia del Lincoln, con su capacidad para proyectar poder aéreo con más de 70 aeronaves, incluidas F-35C y F/A-18E/F, envía un mensaje claro a aliados como Japón y Australia, pero también podría escalar las rivalidades en un área ya marcada por disputas territoriales. La integración del MH-60 Sea Hawk en estas operaciones subraya la importancia de la guerra naval moderna, aunque su eficacia depende de la coordinación con otros activos, un aspecto que los ejercicios buscan perfeccionar.
Conclusión
A las 05:00 PM del 31 de agosto de 2025, el despegue de un MH-60 Sea Hawk desde el USS Abraham Lincoln durante operaciones en el Pacífico simboliza el compromiso de la Tercera Flota de EE. UU. con la preparación de su flota. Como buque insignia del CSG-3, el Lincoln desempeña un papel central en estos entrenamientos, proyectando poder y reafirmando alianzas en un escenario geopolítico volátil. Sin embargo, la narrativa de "rutina" oculta posibles motivaciones estratégicas más urgentes, mientras las críticas sobre seguridad y sobreextensión sugieren que el costo humano y logístico podría superar los beneficios declarados. Este ejercicio, aunque técnico, es un reflejo de las ambiciones y riesgos de la presencia naval estadounidense en el siglo XXI.