

La intrusión, parte de un masivo ataque ruso con 415 drones y 40 misiles contra Ucrania, involucró a unos 19 drones Shahed —de diseño iraní y apodados "geran-2" por Moscú— que cruzaron la frontera polaca, posiblemente intencionalmente, desde Bielorrusia, aliada de Rusia. Sin heridos reportados, pero con restos de drones encontrados en varias localidades, el suceso ha activado consultas bajo el Artículo 4 de la OTAN y ha elevado las tensiones en Europa del Este.El incidente ocurrió alrededor de la 1:13 a.m. hora local, cuando la Fuerza Aérea Ucraniana alertó sobre drones rusos dirigiéndose hacia Polonia, incluyendo la ciudad de Zamosc.
En respuesta inmediata, Polonia activó su defensa aérea: cazas F-16 polacos despegados desde bases en el este del país, respaldados por F-35 Lightning II holandeses en misión de patrulla OTAN desde el 1 de septiembre. La contribución italiana llegó a través de un avión AWACS (Airborne Warning and Control System) E-3 Sentry, basado en el Boeing 707 y equipado con radar rotatorio para detectar y rastrear hasta 1.000 objetivos a 400 km de distancia, que proporcionó vigilancia en tiempo real y coordinación. Aviones de reabastecimiento en vuelo A330 MRTT multinacionales de la OTAN —operados conjuntamente por varios países, incluyendo EE.UU.— permitieron misiones prolongadas, mientras misiles Patriot alemanes en suelo polaco se pusieron en alerta máxima.
Fuentes de la OTAN indican que los derribos se lograron mediante misiles aire-aire AIM-120 AMRAAM lanzados desde los F-35 y F-16, neutralizando las amenazas antes de que alcanzaran objetivos civiles.La participación de la Fuerza Aérea Italiana (Aeronautica Militare) resalta el compromiso colectivo de la OTAN en la defensa del flanco oriental. El AWACS italiano, desplegado desde la base de Aviano o Sicilia como parte de rotaciones rutinarias, jugó un rol clave al fusionar datos de radar con los sistemas de los cazas aliados, permitiendo una respuesta coordinada sin escalada innecesaria. Aunque no se dispararon armas directamente desde el AWACS, su inteligencia fue pivotal para identificar las trayectorias de los Shahed, que vuelan a baja altitud (hasta 4 km) y son difíciles de detectar por radares terrestres.
Países Bajos, con sus F-35 en misión Baltic Air Policing, confirmaron su rol en los derribos, mientras EE.UU. contribuyó con aviones de vigilancia adicionales y logística. El Ministerio de Defensa polaco agradeció públicamente a la OTAN y a Países Bajos por "garantizar la seguridad en los cielos polacos esta noche", y el Ejército polaco reportó haber encontrado restos de siete drones en sitios como Czesniki y Wyryki-Kolonia, en la voivodía de Lublin, cerca de la frontera ucraniana.Desde Moscú, el Ministerio de Defensa ruso negó cualquier intención de atacar Polonia, afirmando que "no se planearon objetivos en territorio polaco" y que las acusaciones son "infundadas" sin evidencia de origen ruso. Sin embargo, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski calificó el incidente como "un precedente extremadamente peligroso para Europa", destacando que al menos ocho Shaheds fueron "dirigidos hacia Polonia" en el ataque nocturno que mató a una persona en Ucrania y dañó infraestructura en 14 regiones. Zelenski llamó a una "respuesta fuerte y conjunta" de Ucrania, Polonia, Europa y EE.UU., mientras el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, lo tildó de "comportamiento imprudente" y activó consultas con Varsovia. Líderes europeos como el presidente francés Emmanuel Macron lo llamaron "simplemente inaceptable", y la primera ministra italiana Giorgia Meloni expresó "solidaridad total" con Polonia por la "grave y inaceptable violación".Este derribo colectivo subraya la evolución de la OTAN hacia una defensa proactiva: desde incidentes previos como misiles ucranianos errantes en Przewodów (2022) o drones rusos en Lituania (julio 2025), la alianza ha intensificado patrullas aéreas en el Báltico y el Mar Negro. Polonia, con su frontera de 1.300 km con Ucrania y Bielorrusia, ha cerrado temporalmente su frontera este ante los ejercicios Zapad-2025 ruso-bielorrusos que comienzan el viernes, vistos como "agresivos" por Tusk. El Aeropuerto Chopin de Varsovia se cerró temporalmente, desviando vuelos como uno de Air China a Copenhague. Analistas advierten que, aunque no se considera un ataque directo, la intrusión intencional —posiblemente para probar defensas OTAN— podría escalar si no hay respuesta diplomática firme, como sanciones adicionales o refuerzos en el flanco este.En un contexto de guerra prolongada, este suceso refuerza la unidad de la OTAN: cazas polacos, holandeses y vigilancia italiana y estadounidense demostraron interoperabilidad, derribando amenazas sin bajas. Sin embargo, con Rusia lanzando ataques casi nocturnos, Polonia y sus aliados deben preparar más sistemas anti-drones, como el NASAMS o el Iron Dome adaptado. El mundo observa: ¿será este el catalizador para una mayor involucración OTAN, o un recordatorio de que la guerra en Ucrania ya salpica a Europa?