

🇶🇦🇮🇱 BREAKING: Qatar is set to host an Emergency Islamic Summit to coordinate a response to Israel’s airstrikes.
— Defence Index (@Defence_Index) September 11, 2025
The world watches as tensions in the region reach a new high. pic.twitter.com/jXvXxUqbgb
Qatar Convoca una Cumbre Árabe-Islámica de Emergencia: Coordinando una Respuesta Colectiva al Ataque Aéreo Israelí en Doha
Esta iniciativa, impulsada por el emir Tamim bin Hamad Al Thani y su primer ministro Mohammed bin Abdulrahman Al Thani, surge en medio de un funeral nacional por las seis víctimas del bombardeo —incluyendo un cabo de las fuerzas de seguridad qataríes y familiares de líderes de Hamás— y representa un esfuerzo por transformar la humillación diplomática en una acción regional concreta. Mientras el video del ataque sigue viralizándose en redes árabes, esta cumbre podría marcar un punto de inflexión en las tensiones con Israel, potencialmente impulsando sanciones, boicots o incluso medidas de seguridad colectiva.
El Contexto: De la Violación de Soberanía a la Ira Regional
El ataque israelí, ejecutado por cuatro F-35I Adir que eludieron por completo las defensas aéreas qataríes (incluidos los radares AESA de los Rafale), impactó un complejo residencial en el barrio de West Bay Lagoon, donde se reunía la cúpula política de Hamás para discutir la propuesta de alto el fuego de Donald Trump. Israel reivindicó la operación como un éxito, afirmando haber eliminado a Khalil al-Hayya, uno de los arquitectos del 7 de octubre de 2023, aunque Hamás insiste en que sus líderes sobrevivieron. Seis murieron: el hijo de al-Hayya, un asistente, tres miembros de Hamás y el cabo Bader Saad Mohammed Al-Humaidi Al-Dosari, un guardia qatarí que patrullaba el sitio.
El funeral, realizado el 11 de septiembre en la Mezquita Sheikh Mohammed bin Abdul Wahhab y con entierro en el Cementerio de Mesaimeer, contó con la presencia del emir Tamim y líderes como el príncipe heredero jordano Hussein y el ministro de Exteriores jordano Ayman Safadi, pero notoriamente ausentes estuvieron figuras clave de Hamás, alimentando especulaciones sobre su paradero.Qatar, mediador clave en las negociaciones de Gaza junto a EE.UU. y Egipto, ha calificado el strike como "terrorismo de estado" y una "violación flagrante del derecho internacional". El primer ministro Al Thani, en una entrevista exclusiva con CNN el 10 de septiembre, expresó visible ira: "Esto ha matado cualquier esperanza de un acuerdo para liberar a todos los rehenes israelíes en Gaza" y urgió una "respuesta colectiva" que "disuada a Israel de continuar con este acoso".
La cumbre, precedida por una reunión preparatoria de ministros de Exteriores el 14 de septiembre, fue invitada formalmente vía la Agencia de Noticias de Qatar (QNA), extendiéndose a líderes árabes e islámicos para decidir "medidas significativas" que vayan más allá de condenas verbales.La Cumbre: Objetivos y Participantes EsperadosLa Cumbre Árabe-Islámica de Emergencia, coorganizada con la Liga Árabe y la Organización de Cooperación Islámica (OCI), se centrará en tres pilares principales:
Participantes confirmados incluyen a los emires de Kuwait y UAE (Sheikh Mohamed bin Zayed), el presidente turco Recep Tayyip Erdogan y representantes de la ONU. La ausencia de normalizadores como Bahréin y Marruecos podría fracturar la unidad, pero la reciente visita del primer ministro paquistaní Shehbaz Sharif —quien advirtió a Netanyahu que "Pakistán no es Gaza"— ha inyectado momentum, con Islamabad prometiendo "apoyo inquebrantable".
Reacciones Internacionales y Riesgos de Escalada
La respuesta global es mixta: Trump, en una llamada tensa con Netanyahu, calificó el strike como "inaceptable" y exigió que Israel no vuelva a apuntar a Qatar, hogar de la base Al Udeid con 10.000 tropas estadounidenses. Líderes europeos como Emmanuel Macron y Keir Starmer lo repudiaron como una "violación de soberanía", mientras Australia y Nueva Zelanda lo criticaron por sabotear la paz. En contraste, Netanyahu defendió la acción comparándola con la caza de Bin Laden post-11-S, argumentando que "a veces hay que eliminar a quienes no negocian".En redes árabes, el video del ataque —con explosiones sobre Doha— supera los 15 millones de vistas, amplificando llamados a la "unidad ummah". Sin embargo, riesgos persisten: Israel amenaza con más strikes si Hamás no cede, y Qatar equilibra su rol mediador con presiones internas por una respuesta dura. Analistas advierten que, sin una acción concreta en la cumbre, podría erosionar la credibilidad de Doha como potencia neutral.
Esta cumbre no solo busca sanar la herida qatarí, sino reconfigurar el equilibrio regional: en un Golfo volátil, donde Irán ya atacó Al Udeid en junio, la coordinación árabe-islámica podría disuadir futuras agresiones o, peor, avivar una escalada. El mundo observa Doha del 14 al 15 de septiembre: ¿diplomacia o confrontación?