

China y las Sanciones contra Israel: ¿Un Cambio Geopolítico Real o Retórica Estratégica?
Esta medida, si se confirma, marcaría un distanciamiento significativo de la postura tradicionalmente neutral de China en el conflicto palestino-israelí, posicionándola como un actor más asertivo en el Medio Oriente y desafiando la influencia estadounidense en la región. Sin embargo, mientras el mundo especula sobre un "cambio de época", la realidad parece más matizada: un cálculo estratégico de Xi Jinping para fortalecer alianzas con el Sur Global y contrarrestar presiones occidentales, sin comprometer sus intereses económicos con Israel.El Anuncio: Detalles y Contexto InmediatoEl comunicado chino, emitido por el Ministerio de Asuntos Exteriores el 19 de septiembre, incluye sanciones económicas selectivas contra entidades israelíes involucradas en "actividades que violan el derecho internacional", según el video que acumula más de 300.000 vistas en menos de 24 horas.
Entre las medidas destacadas: restricciones a exportaciones de tecnología dual-use (con fines civiles y militares) hacia Israel, congelamiento de activos de ministros extremistas como Itamar Ben-Gvir y Bezalel Smotrich, y un llamado a boicotear productos de asentamientos en Cisjordania. Pekín justifica esto como una "respuesta proporcional" al bombardeo en Doha —que mató a seis personas, incluyendo un oficial qatarí— y la escalada en Gaza, donde Israel ha intensificado operaciones terrestres desde el 17 de septiembre, según reportes de ANSA.
Este paso llega en un momento de máxima tensión: la Cumbre Árabe-Islámica en Doha concluyó el 15 de septiembre con condenas "vacías" a Israel, sin acciones concretas, lo que ha impulsado a China a llenar el vacío diplomático.
Usuarios en X, como @batinet , han traducido y compartido el anuncio, amplificando su impacto con frases como "China interviene contra Israel: un cambio geopolítico importante".
La reacción inicial de Netanyahu fue de desdén: "China busca relevancia en un conflicto que no entiende", tuiteó el primer ministro israelí, mientras su canciller, Gideon Sa'ar, advirtió que "cualquier sanción será respondida en consecuencia", eco de su réplica a la UE.
¿Un Cambio Geopolítico Verdadero? Históricamente, China ha mantenido una neutralidad calculada en el conflicto israelí-palestino: condenas verbales a "agresiones" israelíes, como la "profunda preocupación" por la expansión en Gaza en mayo de 2025, pero sin medidas punitivas que afecten su comercio bilateral con Israel, valorado en 24.000 millones de dólares en 2024.
Pekín ha sido un socio clave para Tel Aviv en tecnología (Huawei y ZTE han colaborado en puertos y 5G), y su postura en la ONU —como en la sesión de noviembre de 2023— se limitó a "castigo colectivo" sin vetos o sanciones.
Esto contrasta con su alineación con Irán y Rusia, condenando ataques israelíes contra Teherán en junio de 2025 sin escalar a acciones concretas.
El anuncio de sanciones indica un cambio: Pekín busca proyectarse como "mediador de paz" alternativo a EE.UU., especialmente tras el fracaso de las negociaciones de Trump en Gaza y el ataque a Qatar, mediado por Doha.
Analistas como Sanam Vakil de Chatham House lo ven como un "acelerador" para diversificar alianzas, alineándose con el Sur Global (181 países no reconocen Taiwán, similar a la presión sobre Israel) y contrarrestando sanciones estadounidenses contra China por comercio con Irán.
En X, debates como el de @nofxx destacan que "Israel tiene más sanciones que Cuba", reflejando un aislamiento creciente de Tel Aviv.
Implicaciones: Un Eje China-Árabe vs. OccidenteEste movimiento fortalece el "eje de quejas" China-Irán-Rusia contra Occidente, como señala Fulton del Atlantic Council: Pekín critica la "incapacidad iraní para defender su espacio aéreo" pero usa el conflicto para reformular reglas globales.
Para Israel, es un golpe diplomático: suma a las sanciones propuestas por la UE el 17 de septiembre —suspensión de preferencias comerciales y multas a ministros—, que Sa'ar amenazó con responder.
EE.UU., bajo Trump, ha instado a aliados OTAN a sancionar a China por petróleo ruso, pero su apoyo a Israel se debilita con protestas internas.
En el Sur Global, China gana: su "política de no interferencia" se transforma en liderazgo moral, atrayendo a Turquía, Pakistán y el CCG. Si las sanciones se implementan —posiblemente en una cumbre BRICS en octubre—, podrían escalar a boicots comerciales, aislando a Israel y reconfigurando el Golfo. Como tuitea @rojo1866337 "Cada vez más sanciones a Israel, EE.UU. e Israel se están aislando del mundo. Tic tac".
Pekín no busca guerra, sino influencia: un cambio geopolítico donde el dragón eclipsa al águila.