lunes 22 de septiembre de 2025 - Edición Nº322

Nacionales | 21 sep 2025

Argentina

El Plan Nuclear Argentino Bajo Amenaza: ¿El Sueño de Milei se Desmorona en el Ajuste Fiscal?

El Plan Nuclear Argentino, presentado con bombos y platillos por el presidente Javier Milei el 20 de diciembre de 2024 como un "retorno triunfal" de la energía atómica para impulsar la inteligencia artificial (IA) y posicionar al país como exportador global de uranio, parece estar en la cuerda floja. Nueve meses después, el ambicioso proyecto –que prometía cuatro reactores modulares pequeños (SMR) en Atucha, exploración de reservas uraníferas en la Patagonia y una "ciudad nuclear" para data centers– no ha avanzado un solo paso concreto, ahogado por recortes presupuestarios, resistencias ambientales y una desconfianza internacional que frena las inversiones prometidas


El Plan Nuclear Argentino Bajo Amenaza: ¿El Sueño de Milei se Desmorona en el Ajuste Fiscal?.

Bajo el gobierno mileísta, que prioriza el "déficit cero" y la privatización de activos públicos, el plan nuclear –liderado por el asesor Demian Reidel– corre el riesgo de convertirse en otro espejismo libertario, similar al CAREM (reactor modular argentino) que languidece paralizado desde hace años.

El Anuncio: Grandes Promesas en Medio de la CrisisEl lanzamiento del plan, en el Salón Blanco de la Casa Rosada, contó con el respaldo del director del OIEA, Rafael Grossi, y se enmarcó en una "revolución energética" ligada a la IA: Milei argumentó que la demanda de electricidad para servidores de gigantes como OpenAI o Meta requeriría fuentes "eficientes, abundantes y escalables", descartando eólicas o solares por "ineficientes".

Las tres fases eran ambiciosas:

  1. Fase 1: Construir cuatro SMR de 300 MW cada uno en Atucha, sumando 1.200 MW para reemplazar el reactor Atucha III negociado con China.
  2. Fase 2: Explotar reservas de uranio (33.780 toneladas identificadas) para autoabastecimiento y exportación, atrayendo inversores como la Corporación América de Eduardo Eurnekian.
  3. Fase 3: Una "ciudad nuclear" en la Patagonia para data centers, aprovechando el frío natural y la energía limpia.

Milei lo vendió como un "hub de IA" global, con el beneplácito de Grossi y el respaldo de la OIEA, pero desde entonces, el silencio es ensordecedor: a un paso de cumplir seis meses, no hay avances en licitaciones, financiamiento ni permisos ambientales.

Los Obstáculos: Recortes, Privatizaciones y ResistenciasEl peligro principal radica en el ajuste fiscal mileísta, que ha recortado el 30% del poder adquisitivo de científicos y técnicos nucleares, paralizando proyectos clave como el RA-10 (reactor multipropósito) y el CAREM, un orgullo nacional con 90% de componentes locales.

 La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) enfrenta despidos y desfinanciamiento, mientras Nucleoeléctrica Argentina (NASA) –la empresa estatal de las centrales– se encamina a la privatización bajo Reidel, quien asumió su presidencia en abril de 2025 con el mandato explícito de "abrir al capital privado".

Críticos como la ex presidenta de CNEA, Adriana Serquis, lo llaman una "estafa": "Sin inversión en ciencia, el plan es un retroceso de décadas".

Ambientalmente, la explotación de uranio en la Patagonia –clave para la Fase 2– genera alarma: la minería de este material radiactivo y tóxico implica riesgos de contaminación por milenios, como advierten expertos en Tierra Viva.

Comunidades indígenas y ecologistas resisten, recordando el impacto en ecosistemas frágiles, mientras el gobierno ignora debates públicos. Internacionalmente, el giro pro-EE.UU. –alejando a China de Atucha III– frena financiamiento: Pekín, clave para el 40% de la deuda argentina, ve con desconfianza esta alineación, y gigantes de IA como Oracle solo "exploran" sin compromisos.

¿Viable o Espejismo? Las Voces Críticas y las DefensasExpertos como Diego Hurtado, ex vicepresidente de CNEA, lo ven como un "plan neocolonial": ofrece la Patagonia a corporaciones tecnológicas sin soberanía real, priorizando exportaciones de uranio crudo sobre reactores locales.

Chequeado cuestiona los riesgos de residuos radiactivos –como el plutonio-239, tóxico por 24.000 años– y la viabilidad frente a renovables eólicas, donde Argentina lidera en potencial.

El Economista lo califica de "buena idea con pies en la tierra", pero dependiente de inversión privada que, hasta ahora, no llega.

El gobierno defiende: Reidel insiste en que el plan atraerá "inversiones de Silicon Valley" y posicionará a Argentina como "líder global", con el SMR en Atucha como prototipo "100% argentino".

Pero sin fondos estatales –el presupuesto 2025 para Energía creció nominalmente, pero ajustado por inflación cae un 15%–, el proyecto pende de un hilo.Conclusión: Un Futuro Incierto en el Ajuste MileístaEl Plan Nuclear Argentino peligra no por falta de visión, sino por la contradicción inherente al mileísmo: prometer un "salto cuántico" mientras se desfinancia la ciencia y se privatiza lo público. Con Atucha I en mantenimiento por 30 meses y el parque nuclear aportando solo el 6,5% de la electricidad, Argentina no puede permitirse más anuncios vacíos.

Si no hay inversión real –y no solo visitas de Grossi–, el "hub de IA nuclear" será otro capítulo en la saga de promesas incumplidas. En un mundo donde China y EE.UU. compiten por el uranio, Milei arriesga dejar al país como mero proveedor de materia prima, sin el control soberano que tanto pregona. El tiempo apremia: sin acción, el retorno "triunfal" será un adiós definitivo.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias