

¿Dónde Están los Millones de Dólares que le Faltan a Reidel en el Plan Nuclear Argentino?
El Vacío Financiero: De las Grandes Promesas a los Recortes BrutalesEl anuncio inicial fue ambicioso: cuatro reactores modulares pequeños (SMR) en Atucha para generar 1.200 MW, explotación de 33.780 toneladas de uranio en la Patagonia y una "ciudad nuclear" para data centers de IA, todo con "tecnología 100% argentina" y el aval del OIEA a través de Rafael Grossi.
Reidel, físico del Instituto Balseiro y economista, lo vendió como un "salto cuántico" para atraer a gigantes como OpenAI o Meta, con el frío patagónico reduciendo costos de refrigeración.
Pero los números no mienten: el presupuesto para la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) cayó un 30% en poder adquisitivo en 2024, y proyectos emblemáticos como el reactor CAREM 25 –con 65% de avance y 90% de componentes locales– recibieron cero fondos desde octubre de 2023, pasando de 28.000 millones de pesos en 2022 a nada en 2024.
El Reactor Argentino Multipropósito RA-10, con 78% de avance y 365 millones de dólares invertidos, necesita 60 millones adicionales para concluir en 2025, pero el ajuste lo dejó en pausa.
La extensión de vida de Atucha I, financiada con bonos de 180 millones de dólares y un crédito CAF de 200 millones en 2024, se tambalea sin nuevos desembolsos.
En total, el sector nuclear pierde 20% de su personal por salarios de pobreza –un ingeniero cobra menos que un técnico en el sector privado–, y el 2025 proyecta un presupuesto nominal que, ajustado por inflación, significa una merma del 15%.
¿Inversión Privada o Espejitos de Colores?Reidel apostó por el capital privado para llenar el vacío estatal: reuniones con Anousheh Ansari (de X, el ex-Twitter de Elon Musk) y exploraciones de Oracle para data centers en la Patagonia, con promesas de "inversiones de Silicon Valley".
La Corporación América de Eduardo Eurnekian invirtió 160 millones en la mina Ivana de uranio en Río Negro, pero eso es una gota en el océano: el plan requiere miles de millones, y el giro pro-EE.UU. –alejando a China del Atucha III por 8.000 millones– frena financiamiento de Pekín, clave para el 40% de la deuda argentina.
Críticos como Adriana Serquis, ex presidenta de la CNEA, lo llaman "casi una estafa": sin fondos, el plan es un "pitch de start-up" que ignora tiempos de licenciamiento (años) y riesgos ambientales de la minería uranífera, con contaminación por milenios en ecosistemas patagónicos.
El gobernador neuquino, Rolando Figueroa, disputa yacimientos con la Nación, y comunidades indígenas resisten la explotación.
El Riesgo: Un Sueño Nuclear que se Desvanece en el AjusteSin los millones –estatales evaporados en el "déficit cero" y privados que no llegan–, el plan de Reidel peligra: CAREM suspendido, RA-10 a medio camino y Atucha III descartado por falta de dólares.
Expertos como Julián Gadano ven "ideas razonables" en el vínculo con IA, pero sin soberanía: Argentina podría exportar uranio crudo como proveedor neocolonial, no como potencia atómica.
En X, el debate arde: "Milei anuncia plan nuclear sin un peso, mientras recorta a científicos", tuitea @Chequeado, sumando a un coro que ve en esto más "espejitos de colores" que realidad.
Si no hay inyección urgente –quizá vía FMI o privados reales–, los millones "faltantes" seguirán siendo un fantasma, y el "hub de IA nuclear" un recuerdo de promesas incumplidas. Reidel tiene hasta fin de 2025 para demostrarlo; de lo contrario, el plan no será un salto cuántico, sino un salto al vacío.