martes 30 de septiembre de 2025 - Edición Nº330

Nacionales | 30 sep 2025

Argentina

La Privatización de Nucleoeléctrica: Una Mentira Estratégica Contra el Desarrollo Nuclear Argentino

17:50 |En un decreto que huele a apuro ideológico más que a necesidad económica, el Gobierno de Javier Milei ha autorizado la privatización parcial de Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NA-SA), la empresa estatal que opera las tres centrales nucleares del país –Atucha I, Atucha II y Embalse–, argumentando que la "administración estatal es ineficiente"


La Privatización de Nucleoeléctrica: Una Mentira Estratégica Contra el Desarrollo Nuclear Argentino

 Esta medida, formalizada en el Decreto 695/2025 publicado el 30 de septiembre de 2025 en el Boletín Oficial, habilita la venta del 44% de las acciones mediante licitación pública nacional e internacional, manteniendo un 51% en manos del Estado y destinando un 5% a los trabajadores vía Programa de Propiedad Participada.

 Pero la justificación oficial choca de frente con los hechos: NA-SA no es un pozo fiscal, sino una empresa superavitaria que genera el 9% de la electricidad argentina a precios accesibles, con un resultado financiero positivo de 17.234 millones de pesos en el primer trimestre de 2025.

"Mentira: la empresa es superavitaria y Argentina es uno de los países con mayor desarrollo en tecnología nuclear", sostuvo Adriana Serquis, expresidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), en una declaración que resume la indignación del sector.

El Decreto: Una Privatización Parcial que Amenaza la SoberaníaEl Ejecutivo, en los considerandos del decreto, alega que la intervención estatal "no ha dado los resultados esperados" y que la inyección de capital privado es esencial para "reducir el déficit fiscal y garantizar eficiencia".

La operación se divide en fases: primero, la transferencia del 0,01% de acciones de Energía Argentina S.A. (ENARSA) al Estado, y luego la licitación del 44% de NA-SA, con el Estado reteniendo control mayoritario.

 El vocero presidencial, Manuel Adorni, lo presentó como un "avance necesario" para financiar proyectos como la extensión de vida de Atucha I y el Almacenamiento en Seco de Elementos Combustibles Gastados II (ASECG II).

Sin embargo, esta narrativa ignora la solidez financiera de NA-SA: en 2024, la empresa alcanzó un récord de generación con 10,4 millones de MWh netos y un factor de carga del 73,3%, contribuyendo a la estabilidad energética del país sin subsidios masivos.

 Proyecciones para 2025 estiman un superávit de 23.389 millones de pesos, respaldado por un resultado operativo de 103.267 millones en el primer semestre.

 "Decir que es ineficiente es falso; es una empresa que genera soberanía y empleo calificado", replicó Serquis, quien lideró la CNEA hasta 2023 y ahora es candidata a diputada por Río Negro en la Frente de Todos.

El Desarrollo Nuclear Argentino: Un Legado AmenazadoSerquis no se detiene en los números; denuncia una "gravísima" pérdida de soberanía. Argentina, pionera en América Latina con 70 años de experiencia nuclear gracias a la CNEA (fundada en 1950 por Perón), opera tres reactores que aportan energía limpia y estable, con proyectos como el CAREM –un reactor modular de diseño 100% nacional con 65% de avance– que posicionan al país como exportador de tecnología.

 "El CAREM es un bien estratégico; hay que tener en cuenta la seguridad nacional", advirtió, recordando que solo tres países dominan esta tecnología.

La privatización obliga a la CNEA a ceder el 20% de sus acciones en NA-SA, debilitando su rol en el directorio y en decisiones clave como ampliaciones o cierres de centrales, reguladas por la Ley 24.804.

Esto, sumado a deudas millonarias con contratistas y despidos en proyectos como el RA-10, amenaza el ecosistema nuclear: "Desfinanciar y desmoralizar equipos hace imposible reconstruir", lamenta Serquis.

Expertos como Andrés Kreiner, físico de la CNEA, cuestionan: "¿Por qué privatizar una empresa superavitaria que genera el 9% de la electricidad a precios accesibles?".

La Resistencia: Oposición y Gremios Contra la EntregaLa oposición no se queda de brazos cruzados. El senador José Mayans (Unión por la Patria) presentó un proyecto para declarar el sistema nuclear "bien público y estratégico, inalienable e inembargable", prohibiendo privatizaciones en la CNEA, ARN y NA-SA.

La senadora Silvina García Larraburu (Río Negro) y la diputada Gabriela Estévez (Bs. As.) impulsan iniciativas similares, argumentando que la venta podría elevar tarifas eléctricas y socializar riesgos ambientales como residuos radiactivos, regulados por la Ley 25.018.

Gremios como ATE-CNEA y la Asociación de Profesionales de la CNEA (APCNEAN) repudian la medida: "NA-SA es del pueblo argentino, superavitaria y estratégica; su privatización pone en riesgo soberanía y empleo calificado", declaran en un comunicado del 16 de septiembre.

Más de 1.500 trabajadores en el CAREM y RA-10 enfrentan despidos y deudas con subcontratistas, mientras el Gobierno ignora el legado de 70 años de desarrollo nuclear.

Una Mentira Ideológica: Eficiencia vs. SoberaníaLa "ineficiencia estatal" es un mantra libertario que no resiste hechos: NA-SA opera con factor de carga del 73,3%, superior al promedio regional, y genera ganancias sin subsidios masivos.

Serquis lo resume: "En un país normal, políticas de Estado como el nuclear se sostienen más allá de gobiernos; aquí, el ajuste las desmantela".

 Privatizar no trae eficiencia; trae entrega: privados se llevarían ganancias, dejando pasivos ambientales y riesgos de seguridad, como advierten la Ley 25.018 y el OIEA.

El Congreso tiene la última palabra: si el proyecto de Mayans prospera, blindará el nuclear como bien inalienable. De lo contrario, Argentina arriesga su liderazgo regional –uno de los pocos países con ciclo completo de combustible– por un puñado de dólares. Serquis lo dice claro: no es ineficiencia; es ideología destructiva. El pueblo argentino merece soberanía, no subastas.

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