

España Sorprende a la OTAN: El Rechazo al F-35 y el Ascenso del KAAN Turco como Alternativa Estratégica
El anuncio ha generado reacciones mixtas en la OTAN: sorpresa por la audacia de un miembro clave, preocupación por las implicaciones geopolíticas y un renovado interés en la industria de defensa turca, que emerge como actor disruptivo en el Viejo Continente.El Contexto del Rechazo al F-35: Costos, Dependencia y RetrasosEl programa F-35, el buque insignia de la aviación de quinta generación de Lockheed Martin, ha sido durante años la opción predilecta para modernizar las flotas aéreas de la OTAN.
Sin embargo, España, al igual que otros aliados como Canadá, Portugal y Suiza, ha reevaluado su compromiso debido a una serie de factores críticos. El costo por unidad supera los 80 millones de dólares, sumado a elevados gastos de mantenimiento y restricciones políticas impuestas por EE.UU., como limitaciones en el uso de datos sensibles y dependencia de software estadounidense. Además, el programa ha sufrido retrasos crónicos en actualizaciones y una racha de incidentes técnicos, lo que ha erosionado la confianza en su fiabilidad.Para el Ejército del Aire y del Espacio español, que opera actualmente unos 68 Eurofighter Typhoon (con 45 más en pedido) y 80 EF-18 Hornet obsoletos, el F-35 era esencial para cubrir la brecha de capacidades furtivas. Pero el rechazo oficial, anunciado en pleno contexto de rearme europeo post-Ucrania, refleja una estrategia más amplia: diversificar proveedores para evitar la "trampa de la dependencia" de Washington.
Fuentes del Ministerio de Defensa español han enfatizado que esta decisión alinea con el objetivo de elevar el gasto en defensa al 2% del PIB, pero priorizando eficiencia y soberanía tecnológica.El KAAN Turco: De la Exclusión a la Oportunidad EstratégicaEl TF-KAAN (desarrollado por Turkish Aerospace Industries, TAI), nacido en 2010 como respuesta a la expulsión de Turquía del programa F-35 en 2019 —por la compra de sistemas rusos S-400—, se posiciona ahora como el "caballo negro" en la carrera por el mercado europeo. Este caza de quinta generación, con diseño angular para minimizar la detección radar, radar AESA de ASELSAN y software de misión de HAVELSAN, promete superioridad aérea con un enfoque en autonomía: motores iniciales GE F110 (pendientes de aprobación estadounidense), pero con planes para un turbofán indígena TF35000 para la década de 2030.España ve en el KAAN una opción a medio plazo (entradas en servicio desde 2028 para Turquía), más asequible —estimada en 50-60 millones de dólares por unidad— y adaptable a presupuestos restrictivos.
Rumores en medios turcos y portales especializados, amplificados por El Economista en septiembre de 2025, sugieren que Madrid ya ha iniciado diálogos preliminares con Ankara. Esto no es casual: las relaciones militares hispano-turcas se han fortalecido, con ventas recientes como los drones Bayraktar TB2 y acuerdos en fragatas. Una compra de KAAN podría incluir transferencia tecnológica, co-desarrollo de una variante naval para el portaaviones ligero Juan Carlos I (aunque el KAAN actual no es STOVL, una versión adaptada se discute), y generación de empleo en la industria española.
Aspecto |
F-35 Lightning II (EE.UU.) |
TF-KAAN (Turquía) |
---|---|---|
Generación |
5ª (furtivo full) |
5ª (furtivo parcial, evolución a full) |
Costo por unidad |
~80-100 millones USD |
~50-60 millones USD (estimado) |
Entrada en servicio |
Disponible ahora |
2028 (Turquía), 2030+ para exportación |
Motor |
Pratt & Whitney F135 (exclusivo) |
GE F110 inicial; TF35000 indígena |
Ventajas para España |
Integración OTAN inmediata; STOVL (F-35B) |
Menor costo; transferencia tech; autonomía europea |
Desafíos |
Restricciones políticas; altos mantenimiento |
Dependencia inicial de motores EE.UU.; madurez pendiente |
Implicaciones OTAN |
Refuerza liderazgo de Washington |
Diversifica proveedores; fortalece flanco sur |
Implicaciones para la OTAN y el Escenario GeopolíticoEsta maniobra española "sorprende a la OTAN" porque cuestiona el monopolio estadounidense en tecnología de punta, en un momento en que la alianza busca contrarrestar amenazas rusas y chinas. Analistas como el profesor Alberto Bueno de la Universidad de Granada destacan la "buena reputación industrial" de Turquía en España, pero advierten de riesgos: el Congreso de EE.UU. podría bloquear exportaciones de motores al KAAN, similar a lo ocurrido con el F-35. Además, el programa europeo FCAS (Future Combat Air System, con Francia y Alemania) sigue como prioridad a largo plazo, pero sus retrasos (entrada prevista en 2040) dejan un vacío que el KAAN podría llenar temporalmente.Para Turquía, es un triunfo diplomático: tras exportar 48 unidades a Indonesia en septiembre de 2025 y atraer interés de Arabia Saudí y Emiratos Árabes, una venta a España consolidaría su rol como "puente" entre Oriente y Occidente en la OTAN. Sin embargo, genera tensiones: ¿Cómo equilibrar la doctrina OTAN con un proveedor que ha coqueteado con Moscú? En Bruselas, fuentes anónimas hablan de "preocupación estratégica", pero también de oportunidad para una OTAN más multipolar.En resumen, el giro de España no es solo una compra de aviones; es un statement sobre soberanía en tiempos de incertidumbre. Mientras el KAAN despega como alternativa, el Viejo Continente se prepara para un mercado de defensa más fragmentado, donde la innovación turca podría redefinir alianzas. Madrid deberá sopesar costos, compatibilidad y política exterior, pero una cosa es clara: el futuro de la aviación europea ya no depende solo de Washington.