

La Corona de Trump se Tambalea: Las Masivas Protestas "No Kings" Sacuden las Calles de EE.UU. Contra un Gobierno Autoritorio
Washington D.C., 21 de octubre de 2025 – . En Nueva York, manifestantes bloquearon el tráfico en la Séptima Avenida, mientras en San Pablo, California, una inmigrante mexicana como María Floriano comparó las redadas con "cacería de mariposas": "La migración es hermosa, un acto de coraje". Incluso en el extranjero, protestas en Roma y Londres –organizadas por Democrats Abroad– extendieron el mensaje global.
Ciudad Principal |
Asistencia Estimada |
Momentos Destacados |
---|---|---|
Washington D.C. |
500.000 |
Marcha por Pennsylvania Ave.; Sanders: "El experimento americano está en peligro, pero nosotros el pueblo gobernaremos". |
Nueva York |
800.000 |
Bloqueo en Séptima Ave.; disfraces de Trump encadenado y Estatua de la Libertad. |
San Francisco |
400.000 |
Banner humano en Ocean Beach; críticas a Musk por "golpe de Estado" en OPM. |
Los Ángeles |
600.000 |
Bloqueo de I-101; protestas contra deportaciones y "One Big Beautiful Bill". |
Chicago |
300.000 |
Rally contra recortes en salud; "Not My Presidents Day" extendido. |
(Fuentes: NPR, The Guardian, The New York Times)El Estilo de Trump Bajo el Microscopio: De la Retórica a la Realidad AutoritariaLos manifestantes no protestan contra un presidente cualquiera, sino contra un "rey" que, según ellos, viola el equilibrio de poderes. El shutdown –causado por la negativa republicana a aprobar presupuestos sin recortes drásticos– ha dejado sin pago a 800.000 empleados federales, cerrado parques nacionales y paralizado servicios. Trump, en una entrevista con Fox News grabada para el domingo, respondió: "Me llaman rey, pero no soy un rey", mientras republicanos como el líder de la Cámara Mike Johnson lo etiquetaron "Hate America Rally" (Mitín de Odio a América), culpando a los manifestantes por prolongar la crisis.Pero los reclamos van más allá: deportaciones que han causado gridlock en California, el despliegue de tropas federales en ciudades (contra protestas previas), el rollback de vacunas y tratados indígenas, y la "Project 2025" –el plan conservador para reestructurar el gobierno– visto como un "golpe blando". En Memphis, manifestantes en trajes inflables de Trump y Musk bailaron en una "fiesta callejera" para aligerar el tono, pero el mensaje era claro: "América no tiene reyes; no nos inclinaremos ante el caos, la corrupción y la crueldad", como rezaba el manifiesto de Public Citizen.En el Super Bowl LIX (febrero), incluso Kendrick Lamar usó su show de medio tiempo para protestar la presencia de Trump, mientras la ACLU advierte de un "ataque a los derechos constitucionales". Internacionalmente, el "No Kings" se extendió a Roma y Londres, con pancartas contra la "dictadura Trump".La Corona que se Tambalea: ¿Un Trump Vulnerable o un Martirio Autoinfligido?Trump, con una aprobación estancada en 42% (Gallup, octubre 2025), responde con desdén: un video falso en Truth Social lo muestra coronado, volando un jet que arroja "líquido marrón" sobre manifestantes. Su portavoz Abigail Jackson fue brutal: "¿Quién se preocupa?". Pero analistas como Eric Stone de Oklahoma advierten: "Si perdemos momentum, perdemos la lucha". Los republicanos, en minoría en el Senado, usan el shutdown para presionar por más concesiones, pero el descontento –de independientes y exrepublicanos– crece: un manifestante en Kansas City, exveterano, dijo: "El GOP traicionó el gobierno limitado por fascismo".Estos "No Kings" no son solo ruido: son un termómetro de una nación dividida, donde el 60% desaprueba el manejo del shutdown (Pew). Con elecciones midterm en 2026 acercándose, Trump podría estar cavando su tumba: las protestas, con toques de optimismo (bailes en Memphis, mariposas en San Pablo), muestran resiliencia. Como dijo una manifestante en Queens: "Esto es nuestra Constitución en acción: gobierno del pueblo, por el pueblo, para el pueblo".En un 2025 donde el sueño americano parece un monarca caprichoso, las calles gritan: no más reyes. Trump, con su corona ladeada, podría estar viendo el principio del fin –o el catalizador de una resistencia que lo eclipse. La historia, como siempre, juzgará si fue un rey caído o un presidente que nunca entendió la corona invisible de la democracia.