jueves 30 de octubre de 2025 - Edición Nº360

Internacionales | 29 oct 2025

Mundo en Guerra

China y el Supuesto Fin del Petrodólar: Anuncio con Árabes en Divisas y Llamado a BRICS para Adoptar CIPS

En un rumor que recorre redes sociales y foros financieros, se atribuye a China un anuncio oficial para reemplazar los tradicionales acuerdos de petrodólares con países árabes por transacciones en divisas alternativas, como el yuan o monedas locales, junto con una invitación explícita a los miembros de BRICS para integrar el Sistema de Pagos Interbancarios Transfronterizos (CIPS) y frenar el "avance del dólar". Publicaciones en plataformas como X, Instagram y Threads –con hashtags como #Petroyuan y #Desdolarizacion– circulan desde ayer, citando fuentes no verificadas del Ministerio de Comercio chino, pero sin confirmación de medios estatales como Xinhua o People's Daily. Si real, este paso aceleraría la erosión del dominio del dólar en el comercio petrolero global, un pilar del sistema financiero estadounidense desde 1974, cuando Arabia Saudita acordó vender crudo solo en USD a cambio de protección militar. Sin embargo, el silencio oficial de Pekín sugiere propaganda o exageración: Arabia Saudita ya explora yuanes desde 2023, pero no ha roto formalmente el lazo petrodólar, priorizando estabilidad sobre rupturas abruptas.El contexto es propicio para tales narrativas.


China y el Supuesto Fin del Petrodólar: Anuncio con Árabes en Divisas y Llamado a BRICS para Adoptar CIPS

China, mayor importador mundial de petróleo, ha impulsado el "petroyuan" desde 2018, con contratos en Shanghai que representan el 10% de sus compras energéticas, reduciendo dependencia del USD en un 20% desde 2020. Acuerdos bilaterales con Riad –como el de 2022 por 30.000 millones en comercio mixto– y la adhesión saudí a pruebas de CBDC con el BIS en 2024 señalan un giro gradual, no un quiebre. Pekín, con reservas de 3,2 billones de dólares y exportaciones árabes en yuanes al alza (15% en 2024), ve en esto una herramienta contra sanciones yankees, como las sobre Rusia post-Ucrania. Pero el petrodólar persiste: el 80% del crudo global se factura en USD, y productores OPEP+ –incluidos emiratíes y qataríes– evitan riesgos de volatilidad cambiaria. Un shift total expondría a Pekín a represalias de Trump, quien amenaza aranceles del 100% a bloques anti-dólar, fortaleciendo paradójicamente la cohesión BRICS.

El llamado a CIPS, alternativa china a SWIFT (controlado por Occidente), encaja en la agenda BRICS expandida –ahora con Arabia Saudita, Irán y Egipto como miembros plenos desde 2024–. Lanzado en 2015, CIPS procesa 1,5 billones anuales en transacciones, el 3% del volumen global, pero crece 50% interanual con adopción en Rusia (post-sanciones) e India. Invitar a BRICS –que representan el 35% del PIB mundial– para "frenar el dólar" alinearía con cumbres como la de Río 2025, donde se discutió blockchain para pagos soberanos, pero sin avances concretos en desdolarización. Brasil y Sudáfrica, dependientes de exportaciones a EE.UU., resisten: el real y rand negocian el 70% en USD. China, con su superávit comercial de 900.000 millones, impulsa esto para blindar la Franja y la Ruta, pero CIPS carece de la red global de SWIFT (11.000 bancos), limitando su impacto a nichos como oro y commodities.Desde Washington, esto se ve como desafío existencial: el dólar financia déficits de 2 billones anuales y sanciona rivales. Trump, con su "América Primero", respondería con más presión en el Tesoro y alianzas como AUKUS para contrarrestar.

First image shows Xi Jinping standing at podium wearing dark suit with blue tie smiling slightly with Chinese flag on right and Brazilian flag on left in background. Second image displays flags of multiple countries including China Russia India Brazil South Africa Iran Egypt Ethiopia Saudi Arabia and UAE arranged in row on poles against light blue background with faint world map behind them.

Sin embargo, la desdolarización es gradual: el yuan es solo el 4% de reservas globales, y volatilidad como la de 2022 (yuan a 7,3 por dólar) disuade adopciones masivas. Si el anuncio es oficial –pendiente de verificación–, Pekín acelera un multipolarismo financiero; si no, es ruido para mercados. BRICS gana cohesión, pero sin unidad monetaria, el dólar reina: el 60% de reservas y 88% de FX trades. China pivotea, pero el petrodólar no cae de un día para otro. El yuan aspira; el greenback resiste. En un mundo de deudas soberanas, la verdadera batalla es por confianza, no decretos. Pekín sueña con hegemonía; la realidad, con pragmatismo árabe.

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