viernes 31 de octubre de 2025 - Edición Nº361

Nacionales | 31 oct 2025

Argentina

La Decadencia de los Cuchilleros Correntinos: De Malvinas al Congreso, ¿Dónde Quedó el Honor de los Gauchos?

08:55 |En las pampas de Corrientes, cuna de guapos y cuchilleros que forjaron la identidad argentina con el filo de sus facones, un espíritu se resquebraja como hoja seca bajo el sol del Litoral. Los "cuchilleros correntinos", esos gauchos indómitos que en 1982 blandieron sus armas en las trincheras de Malvinas –defendiendo soberanía con sangre y coraje, lejos de los salones de Buenos Aires–, hoy ven su legado pisoteado por el avance de La Libertad Avanza (LLA). Y en el centro de esta decadencia simbólica, emerge la figura de Virginia Gallardo: la flamante diputada nacional por Corrientes, ex vedette y panelista, quien con su 32,61% de los votos en las legislativas del 26 de octubre irrumpió en el Congreso no por méritos castrenses, sino por un perfil mediático que huele a show business más que a tierra adentro.


La Decadencia de los Cuchilleros Correntinos: De Malvinas al Congreso, ¿Dónde Quedó el Honor de los Gauchos?

 ¿Es esto progreso, como ella celebra, o la agonía final de un correntinismo guerrero que prefirió el brillo de las luces de Buenos Aires al eco de las islas atlánticas? Un análisis de esta derrota cultural revela no solo el triunfo electoral de Milei, sino la erosión de un ethos que los veteranos de Malvinas juraron eterno.Recordemos el linaje: los cuchilleros correntinos no son mito folclórico, sino historia viva. En 1982, bajo el manto de la dictadura, miles de conscriptos del Litoral –muchos de familias humildes de Mercedes o Curuzú Cuatiá– desembarcaron en Puerto Argentino con fusiles Mauser y facones heredados de la frontera. Figuras como el sargento correntino Juan José Gómez, que en Monte Tumbledown cargó al frente con un cuchillo entre los dientes, encarnaron el "¡Malvinas argentinas!" que aún resuena en los carnavalales de Corrientes.

Estos gauchos, forjados en el chamamé y la payada, representaban la Argentina profunda: soberana, celeste y blanca, opuesta a cualquier rendición. Pero hoy, 43 años después, su decadencia se mide en votos: LLA, con Gallardo a la cabeza, arrasó en Corrientes con un discurso de "cambio próspero" que ignora las deudas pendientes con los excombatientes –pensiones menguantes, IOSFA en quiebra y un reclamo por Malvinas diluido en negociaciones con Londres bajo el mileísmo.Virginia Gallardo, nacida en 1987 en la capital correntina, es el rostro perfecto de esta caída. Elegida Reina Nacional del Carnaval en 2007 y ex novia de Ricardo Fort, su trayectoria –de bailarina en Showmatch a contadora inconclusa– la catapultó a la política vía LLA, sin pasar por las urnas locales ni por un compromiso visible con la causa malvinense. En campaña, posó con Milei en el interior provincial, prometiendo "una Argentina próspera" y agradeciendo a "los correntinos que apostaron por el cambio", pero ¿dónde quedó el reclamo por las islas? En una entrevista con TN, celebró su banca como "construcción de una nueva Virginia política", aludiendo a Fort como "fuerza del cielo", pero omitió mención a los 649 caídos en 1982, muchos litoraleños.

Críticos en X la tildan de "diputada vedette", recordando su gaffe sobre "56 millones de pobres" pre-Milei –un error que generó memes virales y dudas sobre su preparación para defender soberanía en el Congreso. Mientras Gallardo cobra su dieta de 7 millones de pesos brutos desde diciembre, los veteranos de Malvinas en Corrientes protestan por prestaciones cortadas, un contraste que grita decadencia: del facón al filtro de Instagram.Esta victoria de LLA en Corrientes –32,61% contra el 28% de JxC y el peronismo fragmentado– no es solo electoral; es un quiebre cultural. El oficialismo capturó el voto joven y de clase media, harto de déficits peronistas, pero a costa de diluir identidades regionales. Los cuchilleros, símbolo de resistencia chamamecera, ven su legado mercantilizado: carnaval convertido en reality show, Malvinas en anécdota turística.

Gallardo, con su "sí a la crítica constructiva, no a la violencia", responde a los memes como a un tropiezo de tacones, no como a un desafío soberano. ¿Dónde están los debates sobre el Atlántico Sur en su agenda? ¿O priorizará el RIGI para litio sobre fondos para el IOSFA? En un Congreso donde LLA suma 93 diputados, esta diputada correntina podría ser el puente al "milagro argentino", pero para los gauchos de antaño, es el puente roto: de las cuevas de Puerto Argentino a los pasillos de Palermo.La decadencia no es inevitable, pero urge reflexión. Corrientes, que en 1982 dio el 10% de sus hijos al frente, merece más que una estrella de la farándula. Gallardo, flamante voz litoraleña, rompa el silencio: honre a los cuchilleros con acciones, no selfies. Malvinas no es folklore; es deuda viva. Si no, la Argentina próspera que promete será solo un carnaval sin alma, donde los facones se oxidan en museos y los gauchos, en el olvido. Los correntinos votaron cambio; que no sea el de la esencia perdida. El chamamé llora; el Congreso, que escuche.

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