El anuncio de Maduro: De la retórica a la "patria inexpugnable"El despliegue se enmarca en la escalada de tensiones iniciada en agosto con el envío de una docena de buques estadounidenses al Caribe, justificado por Washington como antinarcóticos contra el "Cártel de los Soles".

Maduro, en su discurso televisado, detalló que los Igla-S están operativos en "la última montaña, el último pueblo y la última ciudad", complementados por simuladores para entrenar a miles de operadores –incluyendo milicianos civiles– en puntería y respuesta rápida.

El ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, supervisó ejercicios en octubre donde se probaron los misiles contra drones simulados, demostrando un tiempo de reacción de 5-10 segundos.Esta no es una novedad absoluta: Venezuela adquirió los Igla-S (designación OTAN SA-24 Grinch) en 2015, con entregas rusas que sumaron miles de unidades a un arsenal ya robusto.

Sin embargo, el anuncio de octubre marca su "primer despliegue masivo" en respuesta a strikes aéreos de la DEA que han causado decenas de muertes en lanchas venezolanas.

Los Igla-S: Especificaciones y capacidades contra amenazas aéreasLos Igla-S son misiles tierra-aire portátiles (MANPADS) de corto alcance (hasta 6 km de distancia, 3.5 km de altitud), diseñados para neutralizar blancos de baja velocidad como helicópteros, drones y misiles de crucero.

Equipados con seeker infrarrojo pasivo mejorado y motor de cohete sólido, son desechables y resistentes a contramedidas electrónicas –similar a los Stinger estadounidenses, pero con un radio de destrucción más amplio contra aeronaves no blindadas.

En el contexto venezolano, se integran a una defensa multicapa:

• Corto alcance: Igla-S para drones y helicópteros (e.g., MH-60R de EE.UU.).
• Medio alcance: Buk-M2E y Pantsir-S1 para aviones y misiles Tomahawk.
• Largo alcance: S-300VM para portaaviones y AWACS a 200 km.

Esta tabla resume el arsenal, según el International Institute for Strategic Studies (IISS).

Expertos como Gustavo Serbin Pont de la BBC estiman que, aunque el volumen es "correcto", la disponibilidad operativa es baja por falta de repuestos, limitando su impacto contra F-35 stealth o strikes de precisión.

Contexto geopolítico: Apoyo ruso y la "Operación Southern Spear"Rusia, principal proveedor, confirmó envíos recientes de Pantsir y Buk-M2E en noviembre, junto a rumores de misiles hipersónicos Oreshnik y Kalibr para "sorpresas" a EE.UU.

El diputado ruso Alexei Zhuravlyov advirtió que una agresión "empeoraría el conflicto", alineándose con China –que el 29 de noviembre reiteró oposición a injerencias.

Maduro ha movilizado 2 millones de milicianos para "resistencia guerrillera", integrando Igla-S en tácticas asimétricas.

Washington minimiza: el Pentágono califica el anuncio como "propaganda", destacando que los Igla-S no contrarrestan portaaviones a 500 km.

Sin embargo, en la Operación Lanza del Sur (lanzada el 13 de noviembre), EE.UU. despliega 12.000 tropas y drones MQ-9 Reaper, con strikes que han neutralizado 20 embarcaciones.

Implicaciones: ¿Disuasión efectiva o bluff regional?El despliegue fortalece la narrativa de "soberanía inexpugnable" de Maduro, pero analistas dudan de su letalidad contra una invasión: los Igla-S son ideales para guerrilla, no para negar el espacio aéreo a un portaaviones.

En X, posts como el de viralizan la "alerta" rusa, con miles de interacciones que polarizan el debate entre "amenaza real" y "desesperación chavista".

En un 2026 electoral para EE.UU., este "escudo ruso" complica el cálculo de Trump: ¿escalada por petróleo y narco, o desescalada ante Pekín y Moscú? Por ahora, los Igla-S vigilan el horizonte caribeño, recordando que en asimetría, 5.000 misiles pesan más que un portaaviones. El rancho, como dice Maduro, "está ardiendo".