Pero para Argentina, esta elección no es solo un cambio vecinal: representa un potencial riesgo para la soberanía territorial, reviviendo disputas históricas sobre fronteras en la Patagonia, el Campo de Hielo Patagónico Sur, la plataforma continental y la Antártida. Analistas y exfuncionarios argentinos advierten que el nacionalismo antiargentino de Kast podría escalar tensiones latentes, desviando recursos diplomáticos y complicando el reclamo por las Islas Malvinas.El Nacionalismo de Kast: Acusaciones de "Robo" TerritorialKast no es ajeno a posiciones agresivas hacia Argentina. Durante su campaña de 2021, acusó públicamente al país de "haber robado suficiente territorio a los chilenos" en un tuit dirigido al entonces canciller Santiago Cafiero, en referencia al mapa de la plataforma continental argentina aprobado por la ONU en 2016.

Acompañado del hashtag #AntarcticaIsChilean, el mensaje reflejaba su rechazo a las "delirios expansionistas de la izquierda radical argentina". Aunque borró algunos posteos polémicos, este tuit permanece, y su asesor clave, Jorge Guzmán –un académico nacionalista–, ha abogado por cuestionar tratados fronterizos históricos y optar por vías judiciales en lugar de diplomáticas para "evitar relativizar los derechos chilenos".

En 2025, aunque Kast moderó su retórica durante la campaña para atraer votos centristas, sus posiciones no han cambiado sustancialmente. En debates, enfatizó la "defensa irrestricta de la soberanía chilena" en zonas disputadas, como el Campo de Hielo Patagónico Sur –donde Chile y Argentina mantienen reclamos superpuestos desde el Tratado de 1881– y la plataforma continental en el Atlántico Sur, que se superpone con intereses antárticos.

Exdiplomáticos como Rafael Bielsa lo han calificado de "xenófobo" y con un "antiargentismo como principio", advirtiendo que su ascenso podría reavivar conflictos similares al del Canal de Beagle en 1978, que casi derivó en guerra.

Riesgos para la Soberanía Argentina: De la Patagonia a las MalvinasLos peligros son multifacéticos. Primero, en la Patagonia y el Campo de Hielo: Kast podría impulsar reclamos chilenos sobre los 2.300 km² de glaciares disputados, donde Argentina administra parte del territorio. Su enfoque "jurisdiccional" –priorizando cortes internacionales como la CIJ– podría forzar a Buenos Aires a litigar, consumiendo recursos y exponiendo vulnerabilidades.

Segundo, la plataforma continental y Antártida: Chile rechaza la delimitación argentina de 2021, que amplía su soberanía marítima. Kast ha defendido la "Antártida chilena" como innegociable, potencialmente chocando con el reclamo argentino y complicando el Tratado Antártico de 1959.

Tercero, impacto indirecto en las Malvinas/Falklands: Aunque Kast no ha mencionado específicamente las islas, su nacionalismo podría distraer la agenda bilateral, obligando a Argentina a dividir esfuerzos diplomáticos entre frentes. Además, su admiración por Pinochet –quien apoyó a Reino Unido en 1982– genera desconfianza en Buenos Aires.Paradójicamente, Kast y el presidente argentino Javier Milei comparten ideología liberal-conservadora y han intercambiado elogios públicos, con Milei celebrando su victoria como un "avance de la libertad en América".

Sin embargo, expertos como los de Agenda Malvinas advierten que esta alianza ideológica no garantiza paz territorial: "El nacionalismo de Kast es antiargentino por principio, y podría priorizar disputas sobre cooperación".

Reacciones en Argentina: Alarma y Llamados a la Diplomacia

En el Congreso argentino, diputados de la oposición como Myriam Bregman (FIT) alertaron sobre un "peligroso nacionalismo" que podría "desestabilizar la región". El canciller Gerardo Werthein minimizó riesgos, enfatizando "diálogo con el nuevo gobierno chileno". Pero en redes, el debate arde: usuarios argentinos recuerdan la Guerra de las Malvinas y temen un "efecto dominó" en soberanía.Kast asumirá el 11 de marzo de 2026, con un Congreso fragmentado que podría moderar sus impulsos. Para Argentina, el desafío es claro: fortalecer la diplomacia binacional para evitar que el "antiargentismo" de Kast se convierta en acciones concretas. En un Cono Sur volátil, la victoria de Kast no solo redefine Chile, sino que pone a prueba la resiliencia de las fronteras compartidas. ¿Paz o tensión? El tiempo, y la Cordillera, lo dirán.