Esta declaración surge en el contexto de su oposición frontal a los planes de la Unión Europea para usar activos rusos congelados (aproximadamente 300.000 millones de euros) con fines militares en Ucrania. Fico prometió vetar cualquier decisión en la cumbre europea de diciembre, argumentando que tales medidas solo prolongarían la guerra y el "sin sentido asesinato diario de cientos o miles de rusos y ucranianos". En una llamada con el presidente del Consejo Europeo, António Costa, reiteró que Eslovaquia solo apoyaría ayuda humanitaria y reconstrucción bilateral, no armamentística.El Posicionamiento Consistente de Fico: Paz Sobre Victoria MilitarFico, líder del partido populista de izquierda Smer-SD y en el poder desde 2023 tras su regreso político (posterior a un atentado en 2024), mantiene una línea crítica con el apoyo militar occidental a Ucrania:
Sus palabras resuenan con su base electoral, que prioriza cuestiones socioeconómicas sobre solidaridad atlántica, y alinean a Eslovaquia con Hungría de Viktor Orbán como los "disidentes" prorrusos en la UE y OTAN.Reacciones: División en Europa y Más Allá
Fico, sobreviviente de un atentado en mayo de 2024 atribuido a tensiones políticas internas, usa esta retórica para reforzar su imagen de "defensor pragmático" de la paz y los intereses nacionales. Mientras la guerra entra en su cuarto año con avances rusos lentos pero constantes, voces como la suya ganan eco en un continente fatigado por el conflicto.En un Europa dividida entre "halcones" (que insisten en derrotar a Rusia) y "palomas" (que priorizan negociaciones), Fico plantea una pregunta incómoda: ¿vale la pena prolongar una guerra si el costo humano se ignora? Su rechazo a ser parte de "esa" Europa Occidental subraya la fractura creciente en el bloque, justo cuando se acerca una posible mediación bajo la administración Trump. El futuro de la unidad europea podría depender de cómo se resuelva esta tensión.