Los Casos Detallados
- Martes 16 de diciembre: El soldado Rodrigo Gómez (21 años, oriundo de Misiones) fue hallado sin vida en un puesto de vigilancia interno de la Quinta de Olivos, donde cumplía funciones de custodia presidencial. Se disparó con su arma reglamentaria (FAL). Junto al cuerpo se encontró una carta dirigida a familiares y camaradas, y su perfil crediticio revelaba deudas por casi 2 millones de pesos. La jueza federal Sandra Arroyo Salgado investiga el caso, con autopsia pendiente que refuerza la hipótesis de suicidio.
- Miércoles 17 de diciembre (madrugada): El Suboficial Principal Juan Javier Pereyra (aprox. 50 años, con 28 años de servicio) fue encontrado sin vida en instalaciones del cuartel de la Guarnición Monte Caseros, Corrientes. Las primeras pericias apuntan a suicidio por ahorcamiento, posiblemente motivado por problemas económicos. El Ejército inició actuaciones administrativas internas y colabora con la Justicia.
El Ejército Argentino emitió comunicados lamentando ambos fallecimientos y expresando condolencias a las familias. El ministro de Defensa, Guillermo Presti, se pronunció: "Me hago cargo de estas tristes situaciones que nos afectan como sociedad y de forma particular a las FFAA".Contexto: Una Problemática RecurrenteEstos episodios encienden alarmas sobre la salud mental en las Fuerzas Armadas:
- Sueldos bajos y pérdida de poder adquisitivo (muchos efectivos por debajo de la línea de pobreza).
- Deudas acumuladas y estrés financiero.
- Falta de atención psicológica adecuada y sobrecarga laboral.
- Histórico de suicidios en el Ejército, agravado en años recientes por ajustes económicos.
Organizaciones de veteranos y familiares exigen medidas urgentes: mayor inversión en bienestar, recomposición salarial y programas de prevención. En redes y foros militares, la frase "el silencio consume la esperanza" resume la frustración por la falta de anuncios concretos del nuevo ministro Presti sobre estos temas.La Justicia avanza en ambas causas (averiguación de causales de muerte), con autopsias y peritajes en curso. Estos hechos trágicos recuerdan que, más allá de modernizaciones como los F-16, el principal activo de las Fuerzas son sus hombres y mujeres –y su cuidado no puede postergarse. Las familias afectadas merecen respuestas y apoyo inmediato.