Varios barcos zarparon de la costa este venezolana —principalmente del puerto de José— entre la noche del martes y la mañana del miércoles, acompañados por unidades navales venezolanas. Estos buques llevaban cargamentos de urea, coque de petróleo y otros subproductos derivados del crudo, con destino a mercados asiáticos. La medida se produjo apenas horas después del anuncio de Trump, que busca estrangular los ingresos petroleros del gobierno venezolano, principal fuente de divisas para Caracas.Fuentes familiarizadas con el asunto indicaron al NYT que la escolta militar es una réplica explícita a las amenazas estadounidenses. Un funcionario de EE.UU. confirmó que Washington está al tanto de estas operaciones y evalúa "diversas opciones" para responder, aunque no detalló acciones específicas. No está claro si los buques escoltados figuran en la lista actual de sanciones estadounidenses, lo que los haría blancos directos del bloqueo anunciado por Trump.La petrolera estatal venezolana, PDVSA, emitió un comunicado afirmando que sus embarcaciones continúan navegando "con plena seguridad, apoyo técnico y garantías operativas, en ejercicio legítimo de su derecho a la libre navegación".
Maduro, por su parte, ha jurado que las exportaciones de crudo "continuarán a toda costa", denunciando las acciones de EE.UU. como "piratería moderna" y un intento de robo de las riquezas nacionales.Este episodio marca una nueva fase de máxima tensión en el pulso entre Washington y Caracas. La semana pasada, fuerzas estadounidenses incautaron un superpetrolero sancionado con casi dos millones de barriles de crudo venezolano, en una operación que Trump calificó como histórica. El bloqueo anunciado el martes se enmarca en la campaña antidrogas y antiterrorismo de la administración Trump, que ha designado al gobierno venezolano como "organización terrorista extranjera" y acusa a Maduro de financiar narcotráfico con el petróleo.
Analistas advierten que las escoltas navales venezolanas elevan el riesgo de un enfrentamiento directo en alta mar, especialmente con el masivo despliegue militar estadounidense en el Caribe, que incluye el portaaviones USS Gerald R. Ford y otras unidades avanzadas. Aunque una confrontación armada parece improbable por el desequilibrio de fuerzas, el incidente podría disuadir a aseguradoras y armadores internacionales de operar con Venezuela, profundizando el aislamiento económico del país.Aliados de Maduro como China, Rusia e Irán han condenado el bloqueo, mientras que en EE.UU. figuras demócratas lo han calificado como un "acto de guerra" no autorizado por el Congreso. El mundo contiene la respiración ante esta escalada en el hemisferio occidental, donde el petróleo venezolano se convierte en el epicentro de un conflicto geopolítico de alto voltaje.