Según el Ministerio, la "supuesta asistencia a Taiwán para responder a las 'amenazas'" solo "envalentonará la arrogancia de los elementos separatistas de 'independencia de Taiwán'", dejando al pueblo taiwanés "sentado sobre un 'barril de pólvora'", empujando el Estrecho hacia un "territorio peligroso" e "inevitablemente aumentando el riesgo de conflicto y confrontación entre China y Estados Unidos".Pekín insistió en que, "no importa cuántas armas avanzadas se vendan a Taiwán, no podrán bloquear la tendencia histórica de que China seguramente se reunificará y debe reunificarse".

El gobierno chino afirmó que "tomará todas las medidas necesarias para salvaguardar firmemente la soberanía nacional y la integridad territorial".Este paquete de armas —el mayor en la historia reciente— incluye sistemas avanzados para fortalecer las defensas taiwanesas ante la creciente presión militar china. Washington lo justifica como necesario para mantener el equilibrio y disuadir agresiones, en línea con su política de "una sola China" pero con compromiso de apoyo defensivo a Taipéi.El Ministerio de Defensa chino anunció que intensificará entrenamientos y "tomará medidas enérgicas" en respuesta, mientras que medios estatales como Global Times amplifican la retórica, acusando a EE.UU. de "jugar con fuego".

Las tensiones en el Estrecho de Taiwán han escalado desde la llegada al poder de Lai Ching-te (del Partido Democrático Progresista, visto por Pekín como proindependentista), con ejercicios militares chinos frecuentes y un aumento récord de incursiones aéreas.Analistas internacionales ven esta escalada como un riesgo real de confrontación indirecta entre las superpotencias, en un contexto donde China reitera su "línea roja" sobre Taiwán y EE.UU. refuerza alianzas en el Indo-Pacífico.

El mundo observa con preocupación este nuevo pico de fricciones geopolíticas en una de las zonas más sensibles del planeta