Los casos se sucedieron en menos de una semana:
Fuentes militares y periodísticas destacan factores comunes: problemas económicos, endeudamiento, salud mental desatendida y condiciones precarias para los soldados voluntarios, el eslabón más vulnerable de la fuerza. El propio Presti admitió: "Asumí para hacerme cargo de estas tristes situaciones", mientras el Gobierno anuncia revisiones de protocolos psicológicos y videos de contención, medidas que muchos ven como tardías e insuficientes.En paralelo, en medio de esta crisis, Presti incorporó a su equipo a Nicolás Promanzio, un panelista y streamer del canal libertario Carajo y colaborador habitual en La Misa del "Gordo Dan" (Daniel Parisini).
Promanzio, licenciado en Relaciones Internacionales pero sin experiencia militar específica, anunció su ingreso para "dar una mano" y contribuir a que "la Argentina vuelva a ser grande". El nombramiento, confirmado el 19 de diciembre, genera polémica: mientras soldados enfrentan una realidad dramática, el Ministerio suma a un referente de la "batalla cultural" mileísta, visto por críticos como una devolución de favores a la militancia digital.Este contraste ilustra las prioridades de la nueva gestión: modernización y alineamiento ideológico por un lado, pero con una fuerza golpeada por el ajuste y la desatención. Las muertes reabren el debate sobre la salud mental en las FF.AA., los bajos haberes y la necesidad de reformas estructurales. El malestar crece, y Presti —primer militar en el cargo desde 1983— enfrenta su primer gran desafío en un Ministerio en tensión.