Pobreza récord entre los uniformados: Según datos revelados en 2025, entre el 56% y el 60% de los militares perciben haberes por debajo de la línea de pobreza, con salarios que no superan el mínimo vital y móvil ni la canasta básica.
Esta situación ha provocado un éxodo masivo: desde la llegada de Milei, más de 18.000 efectivos (incluyendo 840 oficiales, 2.398 suboficiales y 15.421 soldados voluntarios) han solicitado la baja, motivados por el retraso salarial, endeudamiento y falta de perspectivas.
Fuentes castrenses destacan que el 65% del personal percibe ingresos "muy bajos", generando un malestar que se compara con una "nueva hipótesis de conflicto" interna.
En comparación, los sueldos militares están por debajo de los de un remisero de app, exacerbando la deserción en un contexto de ajuste económico.
IOSFA en ruinas: La obra social de las Fuerzas Armadas y de Seguridad (IOSFA), que cubre a medio millón de afiliados, atraviesa una crisis sin precedentes: deudas superiores a 200.000 millones de pesos, suspensiones de coberturas médicas, demoras en reintegros y corte de servicios en farmacias, hospitales y prestadores clave.
Por primera vez desde su creación, IOSFA ha pedido auxilio financiero al Ministerio de Defensa, con transferencias de emergencia como los 15.000 millones de pesos inyectados en octubre de 2025.
Afiliados en regiones como Rosario o el AMBA se han quedado sin atención esencial, con medicamentos no cubiertos y prácticas suspendidas, lo que analistas describen como un "colapso operativo y financiero" que abandona a los "héroes" en su momento de necesidad.
Desarme y presupuesto en mínimos históricos: A pesar de adquisiciones puntuales como los F-16, el gasto en Defensa ha caído a niveles alarmantes: en 2023 fue del 0,47% del PBI (el más bajo de Latinoamérica), y el proyecto para 2026 proyecta solo el 0,57%, eliminando financiamientos clave como el FONDEF.
Críticos como el candidato Martín Paleo señalan que el Gobierno "mantiene la desinversión", priorizando el ajuste fiscal sobre la modernización real, lo que deja a las FF.AA. en un "desarme exponencial" y vulnerable en un contexto geopolítico tenso.
Aunque el presupuesto 2025 asigna 2.811.882 millones de pesos (unos 2.200 millones de dólares), el porcentaje del PBI sigue siendo el más bajo desde 1983, contrastando con promesas de reequipamiento.
Esta contradicción entre retórica y realidad genera creciente malestar en cuarteles, con opositores acusando al dúo Milei-Villarruel de usar las FF.AA. como bandera electoral mientras las dejan en la miseria. En un año marcado por suicidios de soldados y renuncias masivas, la pregunta resuena: ¿dónde está la protección prometida? El Gobierno anuncia revisiones, pero el daño parece profundo en una institución clave para la nación.