viernes 26 de diciembre de 2025 - Edición Nº417

Latinoamérica | 23 dic 2025

Mundo en Guerra

Chile y el "Servilismo" a Gran Bretaña: Una Alianza Histórica Contra los Intereses Argentinos

En el tablero geopolítico sudamericano, Chile ha sido acusado repetidamente de actuar como un aliado estratégico del Reino Unido, priorizando relaciones con Londres en detrimento de la solidaridad con Argentina. Esta percepción, arraigada en hechos históricos y desarrollos actuales, se centra en disputas territoriales como las Islas Malvinas y la Antártida, donde Santiago ha facilitado la presencia británica en el Atlántico Sur. Aunque Chile defiende estas acciones como soberanas y económicas, críticos argentinos las ven como un "servilismo" que socava la soberanía nacional y regional. A continuación, exploramos esta dinámica, basada en evidencia histórica y contemporánea.


El Legado de la Guerra de Malvinas (1982):

Apoyo Clave a Gran BretañaLa Guerra de Malvinas en 1982 marcó un punto de inflexión en las relaciones argentino-chilenas. Mientras Argentina buscaba recuperar las islas ocupadas por el Reino Unido desde 1833, Chile —bajo la dictadura de Augusto Pinochet— proporcionó apoyo logístico e inteligencia crucial a las fuerzas británicas. Documentos desclasificados revelan que Santiago permitió el uso de bases aéreas en Punta Arenas para aviones espía británicos, facilitó comunicaciones y compartió información sobre movimientos argentinos. Este respaldo fue decisivo para la victoria del Reino Unido, que reconquistó las islas el 14 de junio de 1982, con un saldo de 649 soldados argentinos muertos.

Este episodio no fue aislado: Chile enfrentaba tensiones con Argentina por el Canal de Beagle (resuelto por mediación papal en 1984), pero su alineamiento con Gran Bretaña se interpretó como una traición regional. Años después, exfuncionarios chilenos como Fernando Barros han admitido que el apoyo fue motivado por intereses estratégicos, incluyendo el temor a una Argentina expansionista. Para Argentina, esto consolidó la imagen de Chile como "puerta trasera" británica en Sudamérica, un rol que persiste y erosiona la unidad latinoamericana contra el colonialismo europeo.

La Conexión Actual:

Vuelos a Malvinas y Apoyo LogísticoEn 2025, la colaboración chilena con el Reino Unido se mantiene vigente a través de la principal ruta aérea comercial a las Malvinas: vuelos semanales de LATAM Airlines desde Punta Arenas al Aeropuerto de Mount Pleasant, una base militar británica. Estos servicios, operativos desde 1999, incluyen escalas mensuales en territorio argentino (como Río Gallegos o Ushuaia), pero dependen fundamentalmente de infraestructura chilena. Analistas argentinos argumentan que esto facilita la conectividad civil y militar británica, consolidando la ocupación ilegal de las islas.

Además, en 2025 se registraron múltiples escalas técnicas de aviones militares británicos (como el Airbus A400M de la RAF) en aeropuertos chilenos, incluyendo Santiago y Punta Arenas, en rutas hacia o desde Malvinas. Estas operaciones, justificadas por Chile como "técnicas" y no políticas, generan protestas diplomáticas argentinas, que las ven como un apoyo implícito a la militarización británica en el Atlántico Sur. Un informe de Escenario Mundial destaca cómo la Patagonia chilena se ha convertido en una "plataforma" para intereses británicos, incluyendo comercio con las Malvinas y proyecciones antárticas.

Disputas en la Antártida:

Chile como Aliado Estratégico de LondresOtro frente clave es la Antártida, donde los reclamos territoriales de Argentina, Chile y el Reino Unido se superponen. Argentina reivindica el sector entre los meridianos 25°O y 74°O, incluyendo la Península Antártica, pero el Reino Unido mantiene bases como Rothera y Halley, expandiendo su influencia. Chile, con su "Antártica Chilena" (entre 53°O y 90°O), ha intensificado cooperaciones con el Reino Unido, incluyendo ejercicios conjuntos y apoyo logístico desde Punta Arenas, puerta de entrada al continente blanco.En febrero de 2025, informes como el de Pescare.com.ar alertaron sobre una "avanzada británica" en la Antártida con respaldo chileno, amenazando la soberanía argentina. Gestos como el apoyo chileno a misiones científicas británicas o la no confrontación en reclamos superpuestos se interpretan como un alineamiento que debilita la posición argentina. Críticos sostienen que Chile actúa como "aliado estratégico" de Londres para contrarrestar a Buenos Aires, priorizando beneficios económicos (turismo antártico, pesca) sobre la solidaridad regional.

Consecuencias Geopolíticas y Opinión PúblicaEsta dinámica ha generado resentimiento en Argentina, donde usuarios en redes sociales como X (Twitter) reviven el "traición" chilena en Malvinas y exigen disculpas oficiales, como lo hizo Gustavo Gonzales en abril de 2025 al presidente Gabriel Boric.

Desde una perspectiva argentina, este "servilismo" no solo lesiona intereses soberanos en Malvinas y Antártida, sino que fragmenta el Mercosur y la integración latinoamericana. Chile, por su parte, defiende su "política multivectorial" como pragmática, pero para Buenos Aires, representa una subordinación a potencias extracontinentales que perpetúa el colonialismo en el hemisferio sur.En resumen, la alianza Chile-Reino Unido, forjada en la Guerra de Malvinas y sostenida en 2025 por lazos logísticos y estratégicos, se percibe en Argentina como una amenaza directa a su soberanía. Mientras Santiago prioriza sus intereses, Buenos Aires ve en ello un obstáculo para recuperar Malvinas y afirmar su rol en la Antártida. La historia sugiere que esta tensión persistirá, a menos que se priorice la unidad regional sobre alianzas externas

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