La frase clave del reporte: "China’s historic military buildup has made the U.S. homeland increasingly vulnerable", destacando un arsenal creciente en capacidades nucleares, marítimas, de ataque convencional de largo alcance, cibernéticas y espaciales, capaces de "amenazar directamente la seguridad de los estadounidenses".

Principales hallazgos del informe:

• Nuclear: China mantiene más de 600 ojivas nucleares operativas (en los "bajos 600s" a finales de 2024), con un ritmo de expansión ralentizado pero en camino a superar las 1.000 para 2030. Ha cargado más de 100 misiles balísticos intercontinentales (ICBM) en nuevos silos, y adopta una postura de "lanzamiento sobre advertencia" (launch-on-warning) para contraataques rápidos.
• Naval: La Marina del PLA planea agregar seis portaaviones adicionales para 2035, alcanzando un total de nueve (solo por detrás de los 11 estadounidenses). Esto incluye avances en portaaviones con catapultas electromagnéticas, como el Fujian.
• Aéreo y misiles: Desarrollo de cazas de sexta generación, misiles hipersónicos y balísticos antisatélite/antinavio de largo alcance (como el DF-27).
• Ciber y espacio: Campañas como Volt Typhoon han infiltrado infraestructura crítica estadounidense, con potencial para disrupciones en conflictos.
• Presupuesto: Aumento del 5,2% ajustado por inflación en 2024, aunque el Pentágono estima que el gasto real es mayor (consenso amplio en $330-450 mil millones).

El informe, el primero bajo la segunda administración Trump, adopta un tono conciliador al afirmar que EE.UU. no busca "estrangular, dominar o humillar" a China, pero enfatiza la necesidad de disuadir su expansión. Beijing, por su parte, rechaza estas evaluaciones como "distorsiones" para justificar la hegemonía estadounidense y mantener la "retórica de amenaza china".Este reporte llega en un momento de tensiones elevadas por Taiwán, el Mar del Sur de China y limitaciones nucleares propuestas por Trump. Analistas ven en él una llamada a fortalecer defensas como el proyectado "Golden Dome" (escudo antimisiones). El mundo observa si esta escalada retórica deriva en acciones concretas en el Indo-Pacífico.