La Corona de Trump se Tambalea: Las Masivas Protestas "No Kings" Sacuden las Calles de EE.UU. Contra un Gobierno Autoritario
21/10 | En un eco ensordecedor que resuena desde las costas del Pacífico hasta las calles de Nueva York, el presidente Donald Trump enfrenta la mayor oleada de protestas desde su reelección: los eventos "No Kings" del 18 de octubre reunieron a millones en las 50 estados, denunciando un estilo de gobierno que, según los manifestantes, transforma la democracia en una monarquía personalista. Con pancartas que proclaman "No hay reyes en América" y disfraces que caricaturizan a Trump como un monarca de capa y corona, estas manifestaciones –la tercera gran movilización contra su administración– han paralizado ciudades clave, prolongando un shutdown gubernamental ya en su 20º día y exponiendo fisuras profundas en su base de poder. Mientras Trump minimiza el descontento con un despectivo "Quién se preocupa", los críticos advierten que su "corona" se está cayendo, erosionada por políticas de deportaciones masivas, recortes presupuestarios y una influencia oligárquica que huele a autocracia."No Kings": Un Grito Colectivo Contra el Autoritarismo TrumpistaEl sábado 18 de octubre marcó el Día "No Kings", una convocatoria organizada por más de 200 grupos progresistas, desde Public Citizen hasta el Partido Socialista de la Igualdad, que atrajo a cerca de 7 millones de personas en 2.600 eventos –un récord que supera los 5 millones de junio y los 3 millones de agosto–. De San Francisco a Boston, pasando por Atlanta y Houston, las calles se llenaron de maestros, abogados, veteranos militares y empleados federales sin sueldo por el shutdown, todos unidos en un rechazo visceral al "régimen Trump". En Washington, miles marcharon por Pennsylvania Avenue, formando un "banner humano" con la frase "We the People Rule" (Nosotros el Pueblo Gobernamos), en alusión a la Constitución y al rechazo a lo que llaman "el rey de los oligarcas".El detonante: un gobierno paralizado por el shutdown (iniciado el 1 de octubre por disputas presupuestarias), deportaciones masivas que han bloqueado autopistas como la I-101 en Los Ángeles, y la influencia de multimillonarios como Elon Musk –nombrado en cargos no electos– y Jeff Bezos, criticados por Bernie Sanders en su discurso: "Estos oligarcas se sientan detrás de Trump en su inauguración, tomando control total".